viernes, 30 de julio de 2010

NEW YORK CHEESECAKE


Whole kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de julio nos invita a preparar todo un clásico de la repostería norteamericana, la clásica New York Cheesecake.


Por fin se me presentó la obligación de hacer el auténtico pastel de queso americano y el resultado ha sido más que satisfactorio. Las tartas de queso me encantan y esta receta pasa a ser una de mis favoritas.

Últimamente (lo habréis notado por lo que tardo en poner una nueva receta) los días me dan para poco, así que no me enrollo mucho y voy directamente a la receta, que no quise variar (sólo la cantidad de ingredientes para que no me saliera enorme) para ver cómo sabía la genuina. ¿Lo mejor? el topping de arriba. Si es que soy de golosa…


INGREDIENTES


Para la base:

200 gramos de galletas

40 gramos de azúcar

120 gramos de mantequilla


Para el relleno:

Tres tarrinas de queso de untar (600 gramos)

85 gramos de azúcar

20 gramos de harina

3 huevos

50 mililitros de nata

Unas gotas de limón

1 cucharadita de extracto de vainilla


Para el topping:

150 mililitros de nata

35 gramos de azúcar

Unas gotas de limón

½ cucharadita de extracto de vainilla


PREPARACIÓN


Lo primero, la base:


Para ello, trituramos las galletas hasta conseguir casi la textura de harina. A eso le añadimos el azúcar y la mantequilla derretida y mezclamos bien (con las manos es lo mejor) para conseguir una pasta que extenderemos en toda la base del molde que vayamos a utilizar para hacer la tarta.


Lo segundo, el relleno:


En un bol, se vierte el queso, el azúcar y la harina. Se bate bien hasta obtener una crema, a la que añadimos los huevos, uno a uno, volviendo a batir para que se integre bien cada uno. Por último, se echa la nata, el limón y la vainilla. Otra vez a batir hasta que todos los ingredientes queden bien integrados y se conseguir una masa cremosa.

Se vierte la masa sobre la base de galletas, con cuidado, para que no se levante la galleta.

Hornear durante aproximadamente 40 minutos a 180ºC. Como siempre, la tarta estará cocinada cuando al pincharla con un palillo, este salga limpio.



Lo tercero y último, el topping:


En un bol se mezcla la nata con el limón, el azúcar y la vainilla y se mezcla todo bien.

Se extiende, con la ayuda de una espátula, sobre la tarta, todavía caliente, y se vuelve a meter en el horno, para que se haga durante un cuarto de hora.


Una vez pasado ese tiempo, se saca y se pasa un cuchillo por todo el borde de la tarta, para que luego se pueda desmoldar mejor. Se vuelve a meter en el horno, ya apagado y allí se deja enfriar.

Una vez fría, se conserva en el frigorífico hasta que se vaya a comer.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


La verdad es que poco tiene que ver este reto del Círculo Dulce con el del mes anterior. Y yo se lo agradezco, porque si hubiera sido algo tan laborioso como la tarta de Saint Honoré no sé de dónde habría sacado el tiempo.

Pocas observaciones hay que hacer sobre la preparación de esta tarta, porque es bien sencilla. Lo único aconsejar que se haga de un día para otro, porque está mucho más rica y que disfrutéis de cada bocado, porque está de vicio.



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martes, 20 de julio de 2010

MUFFINS DE CHOCOLATE 2

Yo con esta receta tengo la negra. Y no es porque me salga mal. Modestia aparte, quienes los han probado me han dicho que están bien ricos (a lo mejor sólo por cortesía). Ahí radica mi “problema”: que yo todavía no los he probado, así que no puedo deciros, personalmente, si están ricos o no. Sólo os puedo decir que deja un olor en la cocina de empezar a segregar saliva y no parar…pero nada más.

Es una receta de Trotamundos, así que eso ya dice mucho, ¿no? Porque, ¿quién es capaz de resistirse a los dulces de Food and Cook? Yo, obviamente, no.


La primera vez que hice estos muffins fue para unos antiguos compañeros de trabajo, que fue un visto y no visto. Yo en esa ocasión no los caté porque estaba en época de “Bea, pórtate con la comida, no te desmadres, que el verano ya está aquí”. Ya sabéis, esa época que todos hemos pasado alguna vez en los últimos meses.


Y esta segunda ocasión es especial, porque los he hecho para regalar. No es la primera vez que cocino para llevar algo para celebrar el cumpleaños de algún compañero, pero esta vez quería que fuera algo especial, para mi amiga Paz, que hoy cumple sólo 30 añitos (dónde los tendré…¡ja,ja!). Y ayer, aparte de cocinar, estuve buscando una caja chula para meter los súper muffins y un lacito para que quedara más “profesional”…el caso es que me lo pasé muy bien no sólo cocinando, sino envolviendo, aunque no tengo yo mucho arte en eso, la verdad.

A pesar de todo, misión cumplida, regalo entregado y “cumpleañera” feliz, que se ha comido uno delante de mí esta mañana, obligándole así (me siento fatal) a saltarse esa dieta que la está dejando estupendísima. ¡Muchas felicidades!



Y sin más rollos, la receta, que me lío, me lío, y no empezamos.


Si queréis ver la receta original de Trotamundos, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


300 gramos de harina para bizcochos (con levadura incorporada)

40 gramos de cacao en polvo

1 cucharadita de levadura

220 gramos de azúcar

2 huevos

1 cucharadita de extracto de vainilla

160 mililitros de aceite de girasol

125 mililitros de leche

100 gramos de chocolate blanco troceado


PREPARACIÓN


En un bol, se mezclan todos los ingredientes secos (harina, cacao en polvo, levadura, azúcar) y se mezclan bien.

En otro bol, se mezclan los ingredientes húmedos: primeros se baten los huevos, se añade la esencia de vainilla, el aceite de girasol y la leche. Se bate todo bien para que se integre y quede una mezcla más o menos homogénea.

Este líquido obtenido se vierte sobre el bol en el que están los ingredientes secos y se mezcla todo con la ayuda de una espátula de silicona, sin batirlo en exceso, sólo hasta que se haya mezclado.

Por último, se le echa el chocolate blanco troceado y se vuelve a mezclar para que se reparta todo bien por la masa.

Con el horno precalentado a 180ºC, se pone la masa en las cápsulas para magdalenas, llenado los 2/3 del papel.

Hornear durante 20-25 minutos y comprobar si están hechas por dentro pinchando con un palillo, que tiene que salir limpio.

Dejar enfriar sobre una rendija.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO



Como hace tiempo que no ponía una receta de magdalenas, muffins y demás, os recuerdo las claves para que (en teoría) os salgan con un poco de copete (no ha sido esta vez mi caso porque: a) las hice con prisa y b) eran mega-muffins, o sea, muy grandes, así que creo que era demasiada masa para levantarse, ¡je,je!). Estas claves se resumen en cuatro:

1.- Precalentar el horno para que cuando se metan las magdalenas, esté ya bien caliente

2.- Dejar reposar la masa, una vez obtenida, durante al menos media hora en el frigorífico

3.- Llenad los papelillos para magdalenas sólo los 2/3 de su capacidad.

Y 4.- Si tenéis moldes rígidos de magdalenas (ya sea en bandeja o pequeñas flaneras), utilizadlos para que la masa tienda, por la presión, a subir hacia arriba y no a extenderse hacia los lados.



Del resto poco tengo que decir porque no tienen apenas complicación, sólo que uséis vuestra imaginación y gustos para echar a estos muffins lo que más os guste: chocolate blanco, negro, troceado, nueces, avellanas….¡buen provecho!


PD: De este fin de semana no pasa que me haga yo una hornada en casa para el desayuno y poder probarlos al fin.





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miércoles, 14 de julio de 2010

BIZCOCHO DE FRUTOS ROJOS

Lo sé, encender en estas fechas el horno es todo un atrevimiento. Que me lo digan a mí, que casi me deshago este pasado fin de semana al cocinar un rico pan de plátano que se me había antojado, ¡je,je! Pero es que este bizcocho lleva mucho tiempo esperando en el cajón de pendientes (aparte de carpeta de recetas pendientes por hacer, creo que todos tenemos también un cajón de recetas pendientes de publicar, ¿no?) y a este paso ya no me voy a acordar de lo rico que supo aquella vez que lo hice.

La receta la saqué de uno de esos blogs que te enganchan nada más descubrirlos. En este caso es el de Pity en la cocina. Ya sólo sus fotografías se dejan sin palabras, pero si encima tiene recetas tan apetecibles…

El bizcocho con almendra molida no lo había probado nunca y le da una textura especial. Además, podéis añadirle la fruta que más os guste, ¡aprovechad la que ahora está de temporada!


Si queréis ver la receta original de Pity, pichad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


125 gramos de mantequilla

170 gramos de azúcar

2 huevos

170 gramos de harina

100 gramos de almendras

2 cucharadas de polvo para hacer natillas

120 mililitros de leche

Frutos rojos


Para las natillas

2 cucharadas de polvo para hacer natillas

2 cucharadas de azúcar (si el polvo no lleva incorporada)

120 mililitros de leche

1 cucharada de esencia de vainilla

20 gramos de mantequilla


PREPARACIÓN


Lo primero es hacer las natillas con las que se rellenará el bizcocho. Para ello, en un cazo se echa la leche, el polvo de natillas y el azúcar y se pone a calentar, removiendo con una cuchara de madera para que se deshaga todo bien y la mezcla espese. Se retira del fuego y se añade la esencia de vainilla y la mantequilla, removiendo hasta que se deshaga bien. Reservar para que se vaya enfriando.


Ahora se prepara la masa del bizcocho: en un bol, se bate la mantequilla con el azúcar y, cuando esté todo bien integrado, se añaden los huevos y se sigue batiendo. Añadir el resto de los ingredientes: harina, almendra molida, polvo de natillas y la leche y mezclar muy bien hasta lograr una masa homogénea.

Es el momento de “montar” el bizcocho. Con cuidado, en el molde donde se vaya a hacer el bizcocho, engrasado, se extiende la mitad de la masa del bizcocho con la ayuda de una espátula.


A continuación, se echa una capa de fruta (en mi caso, frutos rojos).


La siguiente capa será de natillas, las que teníamos reservadas y ya estarán frías.


Por último, se cubre todo con el resto de la masa del bizcocho…


…y se termina con otra capa de fruta.


Hornear durante una hora aproximadamente a 180ºC.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Lo más importante es tener cuidado a la hora de hacer las capas del bizcocho, para que tengas masa de sobra para la base y la parte de arriba y no quedarse corto.


También hay que echar despacio la capa de natillas, para que estas no se vayan al fondo ni se mezclen mucho con la masa del bizcocho.


A mí no me quedó muy alto el bizcocho y, aunque estaba bien rico, las capas no se distinguían mucho. Utilicé un molde de 26 centímetros, así que para la próxima vez (porque habrá próxima…y sin tardar mucho!) lo haré en un molde más pequeño para que quede más alto.


Yo utilicé unos frutos rojos que tenía congelados y quedó muy rico, pero creo que este bizcocho admite todo tipo de fruta. De hecho, Pity lo hace con ruibarbo (a ver dónde encuentro yo eso), cerezas y peras. Echadle imaginación y añadid vuestras frutas favoritas.





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viernes, 9 de julio de 2010

ENSALADA AGRIDULCE DE NARANJA

Pues bueno, yo sigo redimiéndome de tanto dulce y hoy, para empezar con buenos propósitos el inminente fin de semana, os dejo una ensalada a la que tenía echada el ojo desde hacía tiempo, por lo original. No, no lleva verde, y eso ya es la primera “originalidad”. Además, tiene naranja, que en estas fechas de calor, así, fresquita, entra muy bien.

La vi hace muuuucho tiempo en el blog de Pepekitchen, del que no voy a decir nada, porque todo lo hace bien, ¡quién tuviera a este hombre en casa! Jajaja (yo estoy muy contenta con el mío, ¿eh?, que conste para las malpensadas…).

Esta vez, para probar, me hice la ensalada para mí sola, pero no quita que sea uno de los platos que ponga en alguna de las cena de verano en la terraza que haremos en casa este verano, porque el sabor es muy original, con ese toque de canela que lo hace más especial todavía.


Si queréis ver la receta original de Pepe, pinchad aquí.

Y esta es la mía (pongo la misma cantidad de ingredientes para que os salga una buena ensalada para compartir, aunque yo la hice en versión individual).


INGREDIENTES


500 gramos de cebolla

100 mililitros de vinagre de vino blanco

3 naranjas

2 cucharadas de azúcar

50 mililitros de aceite

Una pizca de canela

100 gramos de aceitunas negras



PREPARACIÓN

Cortar las cebollas en aros finos y poner en un plato hondo, regadas con el vinagre de vino blanco. Ahí tendrán que estar reposando durante un par de horas.

En otro plato, dejar también reposar las naranjas, peladas y cortadas en rodajas, con las dos cucharadas de azúcar.

En la ensaladera donde se vaya a servir, se colocan capas de cebolla y naranja, alternadas.

Con el jugo que haya soltado la naranja, se hace el aderezo. Para ello, se mezcla ese jugo de naranja con los 50 mililitros de aceite, la pizca de canela y un poco de vinagre. Se agita todo bien y se rocía por encima de las rodajas de naranja y cebolla.

Para terminar, añadir a la ensalada unas aceitunas negras y dejar reposar en la nevera para servir esta ensalada bien fresquita.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Es una receta bien facilita, pero, os cuento de mi experiencia la única vez que la he hecho, hace pocos días, que, para mi gusto, la cebolla estaba demasiado fuerte con el vinagre. Eso sí, quizá fue porque la dejé macerando toda la mañana (tuve que salir y lo dejé preparándose a primera hora). Así que quizá el tema está en que no hay que dejarla más de dos horas, como explica Pepe o que, también puede ser, eché más vinagre del conveniente, porque, como me la hice para mí sola, no calculé bien. A pesar de todo, pienso repetir, porque me gustó mucho. La cebolla se queda blandita y la acidez que tiene del vinagre contrasta muy bien con el dulzor de la naranja, bien fresca al estar recién sacada de la nevera. Lo dicho: una ensalada diferente.



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lunes, 5 de julio de 2010

SALMÓN AL HORNO

Después de tanta “filigrana” con tartas imposibles (a priori, porque luego me salió, ¿eh?) vamos a volver a la esencia de este blog con una receta bien sencilla y que queda ahora genial para una cena ligerita, ya que muchos estamos en plena “operación bikini”.

A mí ya se me pasó la fiebre, sólo me duró dos semanas. Mi falta de voluntad es palpable, pero este tiempo ha sido más que suficiente para darme cuenta de que hay muchas alternativas sanas de comer bien rico. Empecemos con este ejemplo que, por cierto, inaugura, creo, la etiqueta de “pescado” en mi blog:


INGREDIENTES


Salmón fresco

Tomate

Cebolla

Zumo de limón

Sal

Eneldo


PREPARACIÓN


En una fuente apta para horno, se coloca una capa de rodajas de tomate, otra de aros de cebolla, al gusto y, sobre ellos, el pescado, al que se añade sal y se rocía con el zumo del limón, para terminar coronándolo con eneldo.


Se mete al horno, a 200ºC, durante aproximadamente media hora o hasta que veáis que está hecho.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Poco hay que decir de esta receta, no os quejaréis, que es fácil, fácil de verdad, ¿eh? Yo la he hecho con salmón fresco y congelado y, la verdad, si podéis, hacerlo con el pescado fresco, porque… ¡menuda diferencia!


El tema del eneldo es opcional, es una hierba que le va muy bien al salmón (sobre todo al ahumado) pero podéis poner la especia que más os guste.


Respecto al zumo de limón, también queda muy rico si lo mezcláis con zumo de naranja, le da un toque dulce muy bueno.


Así que, ya sabéis, ¡a disfrutar de la comida sana!


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