viernes, 20 de agosto de 2010

TEMPURA DE VERDURAS


Hoy ilustro mi entrada con una de las fotos que podéis ver en el nuevo blog de fotografía que casi he obligado a hacer a mi chico, Miradas Subconscientes.

Anda que no me ha costado convercerlo...¡pero por fin lo he conseguido! Eso sí, en seguida se ha dado cuenta de que esto de los blogs no es tan fácil como la gente cree, que tiene su trabajito detrás, ¿verdad? Así que ya sabéis, podéis entrar en Miradas Subconscientes tantas veces como queráis, ¡estáis todos invitados!


Y ahora, vamos con la receta:




Si llego a saber antes lo facilísimo que es hacer tempura de verduras en casa, esta receta no tarda tanto en llegar a mi cocina. Ya la había probado fuera y la verdad es que me encanta, pero no me había atrevido todavía con ella. Rápida, sencilla y súper rica.


INGREDIENTES


Verduras al gusto cortadas en palitos y rodajas (en mi caso, calabacín, pimiento, cebolla y zanahoria)

Harina para tempura

Agua fría

Aceite de girasol


PREPARACIÓN


Se lavan bien las verduras y se cortan en tiras, rodajas o similar, no muy finas, con superficie suficiente para que se puedan rebozar bien. Reservar.

En un bol, se echa la harina especial para tempura y el agua fría (recién sacada del frigorífico) y se mezcla bien hasta obtener una pasta blanquecina, como una crema.

En una sartén se echa un buen chorro de aceite de girasol y se calienta mientras se van rebozando los trozos de verdura en la masa.


Cuando el aceite esté caliente, se van introduciendo las verduras rebozadas. Una vuelta y al plato.



Se recomienda comer nada más cocinarlas


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Aunque, como digo, es una receta bien sencilla, ahí van algunos consejos para que salgan ricas las verduras:


Primero, el agua que se use tiene que estar bien fría para conseguir la masa adecuada. Mezclarla de manera manual, con una cuchara o tenedor basta, intentando disolver todos los grumos que aparezcan.


Las verduras se tienen que echar a la sartén cuando el aceite esté bien caliente. Lo podéis comprobar echando un poco de masa a la sartén. Si en seguida sube para arriba, es que ya está al punto.


Están muy ricas estas verduras untadas luego en salsa de soja. Yo, personalmente, no sé si tendría que haber salado antes las verduras de rebozarlas, pero como luego las comí con la salsa, que es bastante salada, no hizo falta. Así que si no las vais a comer con la soja, quizá sería mejor salar las verduras un poco. Eso va en gustos.


La proporción de agua y harina para hacer el rebozado la encontraréis en las instrucciones de la bolsa de harina. En mi caso, fue 110 gramos de harina con 150 mililitros de agua.


No sé dónde he leído que lo mejor es utilizar aceite de girasol u otro bien suave para que no le dé sabor fuerte al rebozado, por eso fue que utilicé este tipo.


Es mejor colocar las verduras recién rebozadas sobre un papel absorbente, para quitarle el exceso de grasa.



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jueves, 19 de agosto de 2010

SALMOREJO

Ahí va una receta fácil, rápida e…ideal para estos días de verano en los que apetece algo fresquito, ¿verdad?

Lo cierto es que esta receta me apetecía hacerla desde hace tiempo. Y aún más desde que dos compañeras les trabajo me dijeron que la habían probado y que salía estupenda. Yo, buscando entre mis blogs favoritos, encontré esta de Las recetas de mamá, que no podía quedar mal al tratarse de una cordobesa, ¿no?


Si queréis ver la receta original, pinchad aquí.



Y esta es la mía:


INGREDIENTES


1 kilo de tomates maduros

200 gramos de pan del día anterior

250 mililitros de aceite de oliva

Un diente de ajo

Sal

Vinagre


PREPARACIÓN


Cortar en trozos el pan y regarlo con el aceite de oliva para que se ablande. Batir un poco para romperlo y añadir el diente de ajo y los tomates, pelados y cortados en dados. Batir hasta obtener una crema espesa y aliñar con sal y vinagre al gusto.

Servir acompañado de tacos de jamón serrano y huevo duro.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO



Esta receta sí que no tiene ningún misterio, así que no hay excusas tipo “es que es muy complicada” para no intentarlo. Sólo necesitáis una batidora y cinco minutos para que os salga este rico salmorejo. Eso sí, en gustos va echar más o menos ajo, por ejemplo, o más o menos sal. Y también el acompañamiento. Yo, por ejemplo, un día lo comí con taquitos de jamón y huevo duro, que le va muy requetebién y otro opté por sardinas, que también acompañan. ¡En la variedad está en gusto!



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jueves, 12 de agosto de 2010

BIZCOCHO DE PLÁTANO CON ARÁNDANOS

¡Ay!, que una se olvida de lo que tiene en el frutero (la vida acelerada que llevo últimamente) y de repente se encuentra con unos plátanos que no hay quien los coma… Y menos yo, que me gustan tirando a verdes más que blanditos.


En fin, que si algo he aprendido de este tiempo con el blog y la cocina es de que de (casi) todo se puede sacar provecho, así que vi que era el momento ideal de hacer este bizcocho de plátano y arándanos de Akane, del blog Albahaca y Canela, cuya receta tenía guardada desde hace tanto tiempo. Y no me equivoqué: un bizcocho muy tierno con el crujiente toque que le da la avena, que nunca la había probado en bollos.


Si queréis ver la receta original de Akane, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


1 taza de harina

Media taza de harina de repostería

1/3 de taza de copos de avena

Media taza de azúcar moreno

2 huevos

Media taza de leche

¼ de taza de aceite de girasol

Media cucharadita de esencia de vainilla

3 plátanos bien maduros

1 cucharadita de levadura química

Media cucharadita de bicarbonato

Media cucharadita de sal

Arándanos secos al gusto


PREPARACIÓN


En un bol, se ponen todos los ingredientes secos (harinas, avena, sal, levadura y bicarbonato) y se mezclan bien.

En otro bol, se baten los huevos con el azúcar. Cuando esté bien disuelta, se añade la leche y se vuelve a batir. Lo mismo hay que hacer con el aceite y la esencia de vainilla, hasta conseguir una mezcla homogénea.

Por último, se incorporan los plátanos, hechos puré, a esta mezcla.

La masa obtenida se vierte sobre el bol en el que están los ingredientes secos y, con una espátula, se van mezclando, hasta conseguir una pasta.

Por último, se añaden los arándanos secos y se mezclan entre la masa.

Verter en un molde rectangular, bien engrasado para que luego se pueda desmoldar mejor, y espolvorear un poco de azúcar moreno por encima.


Hornear, con el horno precalentado, a 180ºC, durante unos 35 minutos.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Al tratarse de un bizcocho tan sencillo, no hay indicaciones que dar. Sólo, como siempre, recordar que estará hecho si cuando se pincha un palillo en el centro al sacarlo del horno, este sale limpio.


Al estar hecho con azúcar moreno y con plátanos maduros, es un bizcocho un poco oscuro, pero eso no significa que se os haya quemado, ¿eh?


La opción de los arándanos va en gusto, pero yo os lo aconsejo, pues da un toque muy rico combinado con el sabor del plátano.




PD:
Siento haber puesto las medidas en tazas, pero es que me hacía ilusión utilizar mis medidores, que nunca les hago caso. De todas formas,
aquí encontraréis una buena tabla conversora.

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viernes, 6 de agosto de 2010

PASTEL DE SALMÓN EN MASA CHOUX

¡Qué ganas le tenía yo a esta receta! Todo lo que lleve salmón ahumado me pierde y además, si es un plato fresquito, como este, mejor que mejor para estos días calurosos de verano. Este pastel de salmón lo preparé para la comida de hace algunos domingos, aprovechando que íbamos a ser muchos, porque si no, tengo pastel para toda la semana, pues en casa me lo iba a tener que comer yo solita. De todas maneras, también preparé una versión “sin” (sin salmón, sin puerro…) para el carnívoro que tengo en casa (es decir, la misma receta pero con otro relleno: pavo, champiñones y beicon), aunque creo que esta, por sus ingredientes, estaría más rica caliente…


La receta es de Kako, del magnífico blog que seguro todos conocéis En Guete! ( y si no lo conocéis, ya estáis redimiéndoos de vuestros pecado yendo a visitarlo). Me llamó la atención en seguida, pero me echó para atrás lo de la masa choux, que nunca la había hecho y me parecía súper complicada…pero oye, ahora que me volví una “experta” con tanta tarta Saint Honore, pues ¿quien dijo miedo? así que me preparé el sábado un par de pasteles de estos sin despeinarme, ¡ja,ja,ja!


Si queréis ver la receta original de Kako, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


Para la masa choux

50 gramos de mantequilla

250 mililitros de agua

100 gramos de harina

3 huevos

40 gramos de queso rallado


Para el relleno

175 gramos de salmón ahumado

1 manzana

1 puerro

250 gramos de queso quark o requesón

3 cucharadas de mahonesa

Media cucharadita de sal

1 pizca de pimienta negra


PREPARACIÓN


Primero se prepara la masa choux. Para ello, en un cazo se vierte el agua y la mantequilla y se pone a hervir.


Cuando la mantequilla se haya desecho y empiece a hervir, se retira del fuego y se echa toda la harina de golpe. Se mezcla con una cuchara de madera hasta conseguir una masa homogénea.


A continuación, se van echando los huevos, de uno en uno, y se mezcla bien cada vez, para que se integren con el resto de la masa.


Por último, se echa el queso rallado y se vuelve a mezclar todo bien.


En una bandeja de horno, cubierta con papel vegetal, se vierte la masa choux y se extiende hasta conseguir un rectángulo más o menos uniforme.

Se hace al horno, durante 20 minutos, a temperatura de 200ºC.


Mientras tanto, se puede ir preparando el relleno.

Se pica muy fino el salmón ahumado, el puerro y la manzana, pelada y sin pepitas. Se juntan estos tres ingredientes en un bol y sobre ellos se echa el queso quark, previamente mezclado con las tres cucharadas de mahonesa. Se mezcla todo para que la salsa se integre con los ingredientes del relleno y, por último, se salpimenta.



Cuando la masa choux se haya hecho en el horno, se saca con cuidado y se pasa a un paño húmedo, para enroscarlo como su fuera un brazo de gitano y dejarlo reposar.




Cuando ya se haya enfriado, es el momento de rellenarlo. Se desenrolla del paño y se estira para extenderle el relleno.


Con cuidado, se enrolla hasta dejarlo bien cerrado.


Se deja reposar y se mete en el frigorífico para servir frío.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Esta receta no es muy complicada, pero sí que es mejor tener ya todos los ingredientes a mano a la hora de ponerse a ello, así ahorraréis mucho tiempo.


Quitaros el miedo a que no saldrá la masa, es muy sencilla de hacer. Los ingredientes se integran muy bien ellos solitos y luego no es tan complicado extender la masa en el papel vegetal sobre la bandeja del horno. Intentad que quede homogénea y con aspecto más o menos rectangular, nada más. Eso sí, no os asustéis si a mitad de horneado se os ocurre mirar el horno y veis la masa inflada. A mí casi me da un “patatús”, pero luego se desinfla y como si no hubiera pasado nada, ¡uf!, qué mal rato pasé….


Quizá lo más complicado es pasar la masa, una vez hecha, al paño húmedo. Lo mejor es poner la masa con el papel vegetal sobre el paño y luego ir tirando del papel poco a poco para que se quede la masa sobre el paño. Un poco de maña, nada más.


Se supone que este pastel está más rico de un día para otro, porque, como ocurre con otras muchas recetas, los sabores se asientan y esas cosas. Así que se puede preparar un día antes de comerlo y así estará mejor. Como mucho, se tarda una hora en hacer, para que calculéis.


Una vez que se saca del frigorífico para servir, como la masa es más bien gordita, se corta muy bien en rodajas, sin que se salga el relleno por los lados y se te quede la mitad de la masa pegada a los dedos. También se enrolla bien cuando se prepara, por el mismo motivo.


La versión “carnívora” del plato se prepara de la misma manera, pero sustituyendo el salmón, el puerro y la manzana por 175 gramos de pavo en lonchas, dos latas pequeñas de champiñones y unas lonchas de beicon. Yo freí un poco en la sartén el beicon y los champiñones y, cuando estuvieron fríos, los añadí al pavo, cortado finamente, para preparar el relleno con el queso y la mahonesa, como en la receta original. Pero sigo pensando que esta versión estaría mejor calentita, quizá con una salsa ligera de bechamel por encima…¡tendré que probar cuando llegue el otoño!



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