miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ensalada Pía



Esta ensalada me entró por los ojos desde el primer momento que la vi en el maravilloso blog de Su, Webos Fritos, y esperé a la ocasión más cercana para ponerla en práctica porque…¡era perfecta! Sencilla, rica y muy vistosa. Eso sí, cualquier parecido con esta maravilla y la que me salió a mí es pura coincidencia. En mi defensa diré que estaba muy estresada por hacer comida para nueve personas, que en principio iba a ser seis y esas cosas que pasan. Pero bueno, el caso es que gustó…¡y mucho! La repetiré seguro (es uno de los platos adjudicados para Nochebuena) y prometo utilizar entonces el molde cuadrado de emplatar que me compré para la ocasión pero que después, con las prisas, no pude estrenar.

Si queréis ver la receta original de Su, pinchad aquí.

Y esta es la mía:

INGREDIENTES (para seis personas)

2 mangos
Mousse de oca
Ensalada en bolsa al gusto
Aliño

PREPARACIÓN

Primero se prepara la tartaleta de mousse y mango. Para ello, se pela la fruta y se hacen lonchas más bien finas. Se parte también en lonchas el mousse y se intercala en el plato una capa de cada una, al gusto.
Al lado, se le pone la ensalada y se aliña como más os guste.

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

No es tan sencillo como yo me pensaba hacer las tartaletas de mousse de oca y mango, porque esta fruta se resbala mucho y porque el mousse es bastante delicado. Es mejor trabajar con él recién salido de la nevera, para que esté más firme. Paciencia, que al final sale, más o menos.
En cuanto al aliño y la forma de presentación, es mejor que os paséis por la receta de Su, que lo explica todo muy bien y resuelve muchas dudas. Mi única aportación fueron unas fresas coronando el mango, ¡je,je!



sábado, 3 de diciembre de 2011

NUGETS DE POLLO



Vaya, parece que estoy cumpliendo con esto de publicar más a menudo, ¿eh? Si es que no hay nada como organizarse… o programar entradas, ¡je,je!
Hoy seguimos con una receta sencillita, como la del otro día, también de pollo, que, para mí, es una de las carnes más versátiles que hay y que además más gustan en casa. Tenía yo ganas de hacer estos nugets, porque me gustan cuando los comemos fuera. Y la verdad, visto el resultado, los caseros no tienen nada que envidiar a los de grandes restaurantes, en serio. (Digo grandes porque están repartidos por todo el mundo, no por la excelencia de su carta, ya me entendéis). Con lo que más dudaba era en lo de conseguir ese rebozado tan singular, pero es que sale igualito, igualito, os lo aseguro.
Eso sí, como hice esta receta hace tantísimo tiempo, no me acuerdo de qué blog la saqué, así que mil perdones por no hacer referencia a la fuente. ¡Ah! no pongo cantidades porque cada uno puede calcular en función de los que vayan a ser en la mesa.

INGREDIENTES
Pechuga de pollo
Sal
Harina normal
Clara de huevo
Aceite

PREPARACIÓN
Cortar las pechugas de pollo en trozos pequeños y molerla con ayuda de la picadora hasta conseguir una masa bastante homogénea. Salar la pasta de carne obtenida.
Hacer bolitas en forma de nugets y pasarlas primero por harina, luego por clara de huevo y después por harina de nuevo.
Freír en la sartén por ambos lados hasta que el rebozado quede dorado.
Servir calientes acompañados por una ensalada o alguna salsa.

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Bueno, como veis, es una receta de principiante, principiante, ¿verdad? Ideal para solventar una cena rápida con amigos. En este caso la carne se ha salado simplemente, pero podéis hacer pruebas echando otros condimentos que os gusten, como pimienta, curry o cualquier cosa que os guste y le dé un toque especial y diferente.

¡Ah! Fallo de principiante que espero que no os pase. Hice los trozos demasiado gorditos y como se tardaron más en hacer, quedaron un poco secos. Así que no los hagáis muy gruesos y seguro que quedan mucho más jugosos. De todo se aprende.

Para rebozar con la clara de huevo, creo que en este caso es mejor usar los botes de claras compradas, porque no sabes cuántos te va a tocar usar, depende de la cantidad de carne que reboces. También puedes aprovechar ese momento para sacar las claras que tengas tú congeladas, yo las guardo cuando hago recetas que solo necesitan yemas, por no tirar nada.

Y hablando de congelar, lo mejor de esta receta es eso, que se puede congelar. Así que si os salen muchos nugets, no hay problema, después de rebozarlos, los congeláis sin freír y ya tenéis alguna comida o cena solucionada.