No se puede negar que el nombre por sí solo ya llama la
atención, ¿verdad? Vi estas galletas en Directo al Paladar, en un post de mi
querida Liliana (maestra!) y tengo que reconocer que estas son las GALLETAS,
así, con mayúsculas, porque quedan taaaaan parecidas a las cookies americanas que
compramos en los supermercados… Solo las he hecho una vez, pero volaron,
¡menuda perdición! Era un constante paseo a la cocina, ¡ja,ja! Así que, visto
el éxito, se va a convertir en una de mis recetas de cabecera porque encima,
son súper sencillas de hacer.
Si queréis ver la receta original de Liliana (y de paso
descubrir por qué se llaman así), pinchad aquí.
Y esta es la mía:
INGREDIENTES
150 gramos de mantequilla
120 gramos de azúcar moreno
50 gramos de azúcar blanco
Un cuarto de cucharadita de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
175 gramos de harina
30 gramos de cacao en polvo
Media cucharadita de bicarbonato
150 gramos de chips de chocolate
PREPARACIÓN
Con la mantequilla a temperatura ambiente, batirla con los
azúcares hasta que quede cremoso. Añadir la sal y la esencia de vainilla y
mezclar.
Verter sobre la mezcla la harina, el cacao y el bicarbonato
e integrar con la ayuda de una espátula de silicona. Por último, repartir los
chips de chocolate.
Dividir la masa en dos partes y formar dos “rulos”. Envolver
en film transparente y guardar en la nevera mínimo tres horas.
A la hora de hornear las galletas, precalentar el horno a
160ºC y cortar en lonchas gruesas la masa, con un cuchillo afilado para facilitar
la tarea.
Repartir los trozos en la bandeja, cubierta de papel para
horno, y separarlos entre ellos para evitar que se peguen durante la cocción,
porque tienden a crecer.
Hornear durante 12-15 minutos y dejar enfriar sobre una
rejilla.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
¿Qué querrá decir Liliana con que las galletas, al partir
las rodajas, se podían craquelar? me preguntaba al leer la receta….en fin, lo
descubrí en seguida, cuando al partir la tercera rodaja, esta se me desmoronó
entera. Paciencia, querida Beatriz, para
eso tienes esas manitas, para juntar los trozos y devolver su forma de rodaja
lo más dignamente posible (suerte que son galletas que no tienen que quedar con
una forma perfecta) así que vosotros/as no desesperéis si os pasa lo mismo,
tiene fácil solución.
Y hablando de rodajas, yo optaría por hacer trozos gorditos,
generosos, si os gustan las cookies consistentes, porque si no, quedan
demasiado finas, aunque comestibles igualmente, os lo aseguro.
4 comentarios:
Holaaa, que galletas tan buenas! totalmente chocolatadas! desde luego que todo el mundo debería de poder tener a mano una ración de galletas que llevarse a la boca. Mucha tontería es lo que hay en el mundo desarrollado...
Un besooo
Pero qué ilusión me hace ver que me citas en tu blog! ^_^. Y sobre todo me alegro de que las galletas te tentaran y te hayan gustado, muchas gracias por animarte a probar la receta! :D
Realmente son una perdición, adictivas a más no poder, jajaja.
Gracias de verdad! Pero no me llames maestra que me da vergüenza, y además no es cierto ;P.
Un abrazo!
Pues, sí, se parecen a las cookies, aunque de sabor todavía no lo sé.
besos,
Marisa,
¿verdad que las cosas parecen más sencillas con chocolate? cómo nos gusta complicarnos, jaja!
Akane,
huy que tonta, anda chata, que es absolutamente cierto, lo que he aprendido yo de ti.....y lo que me queda!!!!! Besos
Carmen,
eso se soluciona en un ratito, anímate a probar que seguro, seguro, seguro que repites. Ya me dirás....
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