Me encantan las tartas de queso, en todas sus versiones: más
esponjosas, más ligeras, más compactas, con más sabor a limón, a queso fuerte,
con textura de flan, como una mousse….así que no podía dejar de probar esta de
mi tocaya Bea, de El Rincón de Bea, cuyas recetas siempre salen sí o sí, lo
tengo comprobado desde hace varios años. Hace tiempo, lo difícil habría sido encontrar
queso quark, pero ahora lo tenéis en cualquier supermercado, así que no hay
excusa para no probar a hacerla. Como dice su autora, es la típica tarta que
venden en la sección de refrigerados de las tiendas, compacta y con un toque a
limón muy rico.
Si queréis ver la receta original de Bea, pinchad aquí.
Y esta es la mía:
INGREDIENTES
125 gramos de mantequilla
150 gramos de azúcar
Tres huevos
Medio kilo de queso tipo quark
75 gramos de Maicena
Una cucharadita de levadura química
Media cucharadita de esencia de vainilla
Cucharada y media de zumo de limón
Una cucharada de ralladura de limón
Una pizca de sal
PREPARACIÓN
Lo primero de todo es separar las yemas de las claras y
batir a punto de nieve estas últimas con un poquito de sal. Reservar.
En un bol, echar la mantequilla ablandada con el azúcar hasta
que se integren bien. Añadir la Maicena y la levadura química y seguir
batiendo. Ahora es el turno del queso quark y después el zumo y la ralladura de
limón con la esencia de vainilla. Por último, se añaden las claras a punto de
nieve, que se mezclarán con la ayuda de una espátula, para que se integren
suavemente.
Verter toda la mezcla
en un molde previamente engrasado y hornear durante 45 minutos a una
temperatura de 180ºC en el horno, precalentado.
Cuando se saque del horno, pasar con cuidado una espátula
alrededor para que se desprenda de las paredes del molde y dejar enfriar.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Lo he comentado varias veces, pero la mejor manera de
ablandar la mantequilla, si no la habéis sacado la noche antes de la nevera, es
meterla en un bol y al microondas, con la opción descongelar, durante un
minuto. Comprobar si ya está blanda y si no, repetir la operación unos segundos
más.
Para que la tarta quede de un color amarillo sin quemarse,
lo mejor es comprobar el horno y si veis que se está dorando demasiado, poner
por encima papel de aluminio. Así se seguirá haciendo pero sin quemarse.
Intentad que la tarta no quede muy hecha, porque si no quedará
un poco seca. Y sabe mejor un poco más blandita que muy dura.
Lo ideal es acompañarla de la mermelada que más os guste,
pero también se puede disfrutar sola, porque tiene un sabor a limón muy rico.
1 comentario:
mmmm... a pesar de que no soy muy amante de los quesos, la tarta de queso me encanta!!
Esta que nos enseñas se ve deliciosa!!
A ver si me animo a prepararla!
Besos guapa!!
Susana
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