Tarta de requesón

 

Hacía tiempo que no me pasaba por el blog de Chocolate yPimienta de Elena, uno de mis primeros descubrimientos de la blogosfera y el otro día me “tropecé” con esta pedazo tarta de queso. La cena con unos amigos fue la excusa perfecta para experimentar esta nueva receta. Todas las de tarta de queso me llaman la atención y esta además era diferente a las que suelo hacer así que, de nuevo, mis amigos hicieron de conejillos de indias y, oye, parece que no les sentó nada mal, ¡ja,ja!

Si queréis ver la receta original de Elena, pincha aquí.

Y esta es la mía:

INGREDIENTES

Medio kilo de requesón

250 mililitros de leche

6 huevos

60 gramos de Maicena

200 gramos de azúcar

Una cucharadita de esencia de limón

PREPARACIÓN

Separar las claras de las yemas y montar las primeras con la mitad del azúcar (100 gramos) hasta que lleguen a punto de nieve. Reservar.

Mezclar las yemas con el resto del azúcar y batir hasta que se integre bien. Añadir el requesón, la Maizena y seguir batiendo. Por último, echar la leche y seguir batiendo hasta que quede una masa fina y sin grumos.

Con ayuda de una espátula de silicona, añadir las claras con cuidado, hasta que quede todo integrado.

Enmantequillamos el molde antes de echar la mezcla obtenida y metemos en el horno durante 45 minutos a 170ºC. Estará cocinada cuando al pinchar con un palillo en el centro, este salga limpio. Si no, se deja en el horno unos minutos más.

 

Dejamos reposar unos minutos antes de sacar del molde y cuando esté fría, se mete en el frigorífico, para sacarla cuando se vaya a servir.

 

 

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

En la receta original, realizada con la Fussion Cook, se advierte que la tarta sube muchísimo en el horno. Yo como no quería contratiempos, la hice en un molde un poco alto que tengo de cristal (que compré en su día para hacer pan y que todavía, cuatro años después, no había estrenado, ¡glup!) y que tiene tapa, por si acaso subía mucho, que tuviera un tope, ¡je,je! Pero la masa no llegó en ningún momento a tocar la tapadera, quedó altita, pero con una altura normal, así que yo creo que se puede hacer en un molde de bizcocho de toda la vida. Pero avisados quedáis, ¿eh?

Vaaaaale, lo confieso, la de las fotos es la segunda tarta que hice. La primera la había cocinado una semana antes para una cena con otra pareja y como éramos solo cuatro pues dividí en dos los ingredientes. Comencé bien con la mitad de huevos, la mitad de requesón… pero luego se me fue la especie y eché el resto de ingredientes como venían en la receta original. ¿Resultado? Se podía comer, bueno, pero estaba bastante dulce, fina como una quesada y para nada esponjosa como la original.

Si os resulta difícil encontrar el requesón, ahora ya lo tienen en Mercadona (yo antes no lo encontraba) en tarrinas de 200 gramos, así que yo le puso dos y en vez de medio kilo, lleva 400 gramos, pero sale igual, os lo aseguro…

Para mi gusto, esta tarta, aunque de textura muy rica, no es tan dulce como las de queso que me gustan a mí. Pero gana más si se deja reposar un día en el frigorífico y si además se le acompaña de mermelada o incluso de lemon curd si tenéis, ¡ñam! Por cierto, es mi próximo reto, hacer esta crema de limón inglesa casera…¿alguna sugerencia de receta?