Aquí regreso, después de días y días sin publicar. Y no es que no tuviera nuevas recetas o hubiera dejado de experimentar en la cocina. No, simplemente es que he estado bastante liada y no he sabido organizarme. Pero prometo enmendar mi error y volver a ser más constante, así que no os aburro con más palabrería y vamos a lo que vamos.
Para el regreso he elegido justo lo último que he hecho. Se trata de una TARTA DE DULCE DE LECHE que se cruzó en mi camino la semana pasada, cuando descubrí (no lo conocía) el azucarado blog de Pedacitos de miel. Recomendable cien por cien para las golosas como yo.
El caso es que teníamos cena en casa de unos amigos el sábado y vi ahí mi oportunidad de intentar hacer la tarta y llevarla de postre. Así quedaba bien y, a la vez, me quitaba la “ansiedad” (sí, porque lo mío es auténtica ansiedad) de probar a hacerla. Es que el dulce de leche es una de las cosas más ricas que se han inventado, junto a la leche condensada y el chocolate blanco, ¡ja,ja! Lo negativo de esta delicia es que no a todo el mundo le gusta, por empalagoso, pero me “arriesgué” y la cosa no fue tan mal, porque la verdad es que le da sabor pero no queda demasiado dulzón.
Si queréis ver la receta original de Miel, pinchad aquí.
Y esta es la mía:
INGREDIENTES
250 mililitros de leche
1 cucharada de azúcar moreno
1 sobre de cuajada
1 cucharada de cuajada
PREPARACIÓN
En un cazo, verter la nata, la leche y el azúcar. Remover para que se mezcle bien y calentar el preparado, hasta que comience a hervir.
Cuando esto ocurra, echar el resto de los ingredientes: dulce de leche, el sobre de cuajada, la cucharada de cuajada y el queso de untar. Mezclar todo bien, dándole vueltas durante unos cinco minutos, con el fuego bajo.
Pasar por la batidora esta mezcla para que se deshagan los posibles grumos que quedan.
Volcar la masa obtenida en un molde.
Dejar enfriar y decorar al gusto.Meter en el frigorífico hasta el momento de servir.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Como habréis comprobado, pocas tartas pueden ser tan fáciles como esta, ¿verdad? Ni horno ni nada, rápida y sencilla. Por eso me enamoró, ¡je,je! Aun así, ahí van algunos consejos de principiante:
Como aconseja Miel, creo que el mejor molde para esta tarta es uno de silicona, porque su textura es muy parecida a un flan y seguro que así se desmolda mejor. Yo tuve algún que otro problema a la hora de cortarla por haberla puesto en un molde de aluminio y con papel vegetal, pero, como era para una cena fuera, también me pareció la mejor manera de transportarla sin que sufriera mucho.
Si miráis la receta original de Miel, ella la hizo mucho más grande. Yo usé la mitad de las cantidades que ponía porque me parecía que iba a salir muy grande y además era uno de los dos postres que llevaba para la cena. Creo que con las cantidades que yo puse puede valer perfectamente para seis/ocho invitados. Todo depende de lo golosos que sean, claro.
No os asustéis si veis que la mezcla es demasiado líquida cuando la vertéis en el molde. Os doy mi palabra, cuaja y se solidifica, de verdad. Y en poco tiempo, así que fuera preocupaciones.
No sé si tendréis problemas para encontrar el ingrediente principal de la tarta, el dulce de leche, pero yo lo encuentro sin problema en Mercadona, junto a la leche condensada (de la marca CHIMBOTE).
Cuidado si decidís batir la mezcla para quitarle los grumitos que quedan directamente en el cazo, en vez de pasarlo a otro recipiente (para fregar menos cacharros al final, principalmente). Yo lo hice así y sale perfectamente, pero hay que hacerlo despacio y a velocidad muy lenta, para evitar que termine todo salpicado en las paredes.
La tarta está muy rica y, como os he dicho antes, no es tan dulce como parece. Eso sí, la próxima vez creo que le voy a poner una base de algo (quizá bizcocho, quizá galleta triturada con mantequilla, como en las tartas de queso) para que se pueda repartir mejor y le dé otro toque.
Como podéis ver en la foto del resultado final, la decoración todavía no es lo mío. Visitad el blog de Miel y saldréis más inspirados. Seguro que ni siquiera se ve lo que quería poner yo en mi tarta, con cacahuetes cubiertos de chocolate de colores. Os lo descifro: Kiko 31, porque la tarta la hice para celebrar el cumpleaños de mi amigo Kiko, que es mañana martes, aunque la frase llegó un poco “mareada” a la mesa.
Y hoy es el cumpleaños de mi amiga Velia (visitad su blog de moda, que está muy bien para desintoxicarse un poco de tanta cocina, ¡ja,aja!), así que aprovecho esta nueva entrada para desearles a los dos
¡MUCHAS FELICIDADES!
8 comentarios:
Me encanta el dulce de leche, me lo como a cucharadas,... asi que esta tarta me tiene que volver loca!
Besos!
Pues muchas felicidades tanto a Velia como a Kiko :D
Una tarta bien dulce, rápida y sencilla, ¿qué más se puede pedir? Muy buena receta :)
Por cierto, al parecer (yo no lo he probado) se puede "fabricar" dulce de leche casero a partir de una lata de leche condensada... creo que se tiene que poner en una olla tapada con agua y dejar cocer a fuego más bien lento durante un buen rato...
Pero vamos, si la encuentras fácilmente, casi mejor no liarse con experimentos :P
Un abrazo
Joooooooooo...gracias!!!!!!!!! Acabo de verlo y se me saltan las lagrimillas...es el regalo más original de todos mis cumples!!!!!!!
Velia
Laura, sí, esta es la tuya...tiene el toque justo, nada empalagosa pero con el sabor del dulce de leche.
Akane, había oído hablar del "experimento" ese de la leche condensada, pero no me fío de mí, jaja, y prefiero comprarla hecha, no vaya a ser...
Velia, con qué poco te conformas, lo que tienes que exigir es una para ti sola cuando vengas por aquí
Te tomo la palabra, mona!!!!!!
Vel
HOla beaaa, que ganas de que publicaras ya algo, siempre entro para ver si tienes algo nuevo puesto.
Un besito.. de tu ex-compi de Kraft, Sonia.
Hala! que buena pinta, habrá que probarla!!! ya sabes el cariño que tengo yo a la leche condensada y a todos sus derivados, capaz soy de comerme un tarro entero a cucharadas... además... no parece complicado (que siempre es de agradecer je!)
Besitos
LuciFer
pd-Aprovecho para felicitar retrasadamente a Kiko, y repetidamente a Velia.
Sonia,
qué alegría "verte" por aquí. Espero compartir pronto comida contigo.
LuciFer,
sabía que esta te iba a encantar. ¡Qué invento el dulce de leche! Prueba y ya me contarás
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