viernes, 27 de noviembre de 2009

Bea y un clásico

Tendría que haber puesto esta receta hace muuuuuucho tiempo, porque es una de mis favoritas y de las que más repito a lo largo del año, pero una va descubriendo cosas y deja los clásicos a un lado, ¡ja,ja!.

Llegó el momento, aquí os presento la TARTA DE QUESO de toda la vida. Es muy sencillita de hacer y queda de lo más rico, os lo aseguro. He probado a hacer otras tartas de queso con otras recetas pero, sin duda, me quedo con la de Carmelilla, cuyo blog ya estáis tardando en ver si todavía no lo habéis visitado. Os va a enganchar, seguro.

Eso sí, yo la he tuneado un poquito, porque le hago una base de galleta, que nos gusta mucho en casa.


Si queréis ver al receta original de Carmelilla, pinchad aquí.


Y esta es la mía:


INGREDIENTES


1 tarrina de queso de untar o 10 quesitos

3 huevos

1 yogur natural o de limón

La medida del tarro del yogur de azúcar

La medida del tarro del yogur de harina

La medida del tarro del yogur de leche

1 bote pequeño de nata líquida


Para la base de galletas:

Galletas tipo “María”

Mantequilla


PREPARACIÓN


Lo primero, la base de galletas. Hay que moler bien las galletas y añadirle mantequilla derretida hasta conseguir una pasta. Esta se extiende sobre el molde que se haya elegido para hacer la tarta, cubriendo todo el fondo y los bordes.


Ahora es el turno de la tarta. Nada más fácil. Antes de nada, precalentar el horno a 180ºC. Se baten todos los ingredientes (queso, huevos, yogur, azúcar, harina, leche y nata líquida) hasta conseguir una masa sin grumos.

Esa masa se echa sobre la base de galletas, con cuidado, para que no se levanten y se mezclen con la masa.

Meter al horno durante media hora.


Comprobar si está hecha pinchando con un palillo y comprobando que este sale limpio. Dejar enfriar y….¡lista para comer!


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Quizá lo más complicado, por decir algo, es preparar la base de galletas. No he dado cantidades de galletas y mantequilla porque eso depende de lo grande que sea el molde que se elija. Lo que podéis hacer es ir moliendo las galletas de poco en poco, añadir la mantequilla y extender en el molde. Si se necesita más, pues se muelen otras tantas galletas y se derrite un poco más de mantequilla. Así hasta que consigáis cubrir el molde. Además, eso va en gustos. Por ejemplo, a nosotros nos encanta que la base sea gordita, para que quede más crujiente, por eso yo le echo muchas galletas.


Eso sí, para moler las galletas lo mejor es usar el accesorio de la picadora de la batidora o algún aparato similar que tengáis. Ese truco me lo enseñó mi amiga Judit, que es una cocinera de verdad, y me vino fenomenal, porque yo antes me ponía a moler las galletas en el mortero y era un rollo, además de más trabajoso.

El hacer la crema no tiene ningún misterio, como os habréis dado cuenta. Sólo os digo que tengáis cuidado al verterla sobre la base de galletas, porque si la echáis con mucha fuerza, puede que la base se levante de ese lado. Pero es pura estética, estará rica igual.


Eso sí, si podéis, os aconsejo que hagáis esta tarta de un día para otro. Está mucho más rica si reposa un día entero en la nevera, lo tengo comprobado.


ATENCIÓN!!! La última vez que hice esta receta, para una comida familiar el pasado fin de semana, no tenía queso de untar ni quesitos, pero sí un tarro de queso mascarpone. Probé a ver qué tal y os aseguro que quedó súper rica, mucho más suave y dulce. El toque ácido del queso de untar o los quesitos queda muy bien como contraste, y está muy bueno, pero el resultado con el mascarpone me sorprendió gratamente. Probad a ver cuál os gusta más, yo creo que, para mí, gana el mascarpone.


Por último, también va en gustos, deciros que la tarta la podéis adornar con mermelada de fresa o mora o frutos rojos. También queda bien la de melocotón, y si es casera, ya sabéis, mucho mejor. A mí me encanta acompañar esta tarta con mermelada, pero otros prefieren comerla sin nada más. A vuestra elección lo dejo.





martes, 24 de noviembre de 2009

Bea de matanza

Desde que descubrí lo fácil y rápido que era hacer la masa de empanada, gracias a la receta de Carmelilla, siempre que voy a hacer una y tengo un poquito de tiempo, prefiero hacer la masa yo que hacer una con masa congelada de hojaldre. Como algunos recordaréis, en el blog ya publiqué una empanada bien rica y original. Y hoy toca una acorde con esta época, EMPANADA DE CHICHAS (otra receta salada, para que luego no se diga, ¡je,je!).


INGREDIENTES

Para la masa:

400 gramos de harina

180 gramos de mantequilla a temperatura ambiente

70 gramos de agua

1 huevo

1 cucharadita de sal

1 cucharadita de levadura en polvo

Para el relleno:

500 gramos de chichas

Queso en lonchas


PREPARACIÓN


Primero, preparamos un poco el relleno. Lo único que hay que hacer es poner las chichas en la sartén y cocinarlas hasta que queden bien sueltas. Reservar.

Ahora es el turno de la masa. En un bol se echa la harina, la mantequilla ablandada, para que se pueda trabajar mejor, el agua, el huevo, la sal y la levadura en polvo. Se va mezclando bien con las manos hasta que quede una masa fina y suave.

Se divide la masa obtenida en dos y se estira una parte con el rodillo, que será la base de la empanada. Con cuidado, se pone en la bandeja de horno donde se vaya a hacer la empanada, sobre papel vegetal mejor, para que no se pegue.

Poner el horno a precalentar a 180ºC.

Toca rellenar. Primero se colocan las chicas, teniendo cuidado de no llegar mucho a los bordes, para que luego se pueda cerrar mejor y no haya peligro de que se salga el relleno. Por encima, se colocan las lonchas de queso, según el gusto.

Por último, se cierra todo con la otra parte de la masa, que también se estira y se coloca como una tapa. Se cierran bien los bordes y, si se quiere, para que quede más vistoso, se pincela con un poco de huevo batido. Así saldrá más doradita cuando termine de hacerse en el horno.

No hay que olvidar hacer un agujerito en el centro de la empanada, para que pueda salir el aire y no se hinche mientras se está cocinando dentro del horno.

Dejar en el horno durante aproximadamente media hora para que salga así que apetitosa, ¡hummmm!.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Si ya hicisteis la otra empanda, de morcilla y pera, esta os resultará tremendamente fácil. Lo más “complicado” es la masa, pero se trabaja tan bien que es una maravilla. No se pega y los ingredientes ligan en seguida, así que no hay problema. Además, es fácil de estirar.

Quizá las chichas no haga falta freírlas antes en la sartén, pero yo prefiero cocinarlas antes por si acaso, no vaya a ser que no se hagan bien dentro del horno. Más vale prevenir….

Lo del queso, por supuesto, es opcional, pero yo se lo eché para que quedara más jugosa. Podéis usar el que más os guste, pero os aconsejo uno tierno y que funda bien.


jueves, 19 de noviembre de 2009

Bea y un bocado muy tierno

La cabra tira al monte, ya lo sabéis, así que hoy toca cosita dulce. La culpa la tiene este libro, que me miró el otro día desde un escaparate y tuve que entrar a adoptarlo.

No soy mucho de libros de cocina, aunque no tan crítica como Bea, de El rincón de Bea (leed su artículo aquí). Prefiero rebuscar entre los maravillosos ciberblogs culinarios que hacéis antes de embarcarme a la aventura con una receta escrita en un libro, al que no le puedo preguntar mis dudas, como hago con vosotras.

Pero con este, con lo que me gustan a mí los muffins y magdalenas, no me pude resistir. Al abrirlo fue aún mejor, porque tiene un montón de recetas de muffins afrutados, rellenos, con licor…e incluso salados, además de bagels, cookies y donuts.

Para empezar, por algo fácil, por supuesto, opté por estos MUFFINS DE MANZANA, que resultaron ser muy tiernos. Además, tenía ganas de estrenar mi nuevo molde de magdalenas, con doce apartados, recién comprado en el Lidl, otro de mis vicios confesables, ¡je,je!

Ahí va la receta:

INGREDIENTES


1 manzana grande

250 gramos de harina

2 cucharaditas de levadura en polvo

Media cucharadita de bicarbonato

1 huevo

125 gramos de azúcar

80 mililitros de aceite de girasol

2 yogures de limón


PREPARACIÓN


En primer lugar, se mezcla la harina con el bicarbonato y la levadura y se reserva.

A continuación, en un bol profundo se bate el huevo con el azúcar.

Se le añade el aceite de girasol y los dos yogures y se vuelve a batir para incorporar estos nuevos ingredientes a la masa.


Por último, se añade la manzana, pela y troceada.


Ahora es el turno de la mezcla de harina, bicarbonato y levadura. Se le añade y se incorpora ayudándose por una espátula.


Poner el horno a precalentar a 180ºC.

Colocar los papelillos de magdalenas en los compartimentos de la bandeja y rellenarlos con la masa obtenida.


Meter los muffins en el horno durante media hora.


Desmoldar, dejar enfriar y…¡a probarlos!


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


No tienen mucho misterio, ya veis, pero ahí van algunos consejillos:


En el libro ponía que había que pelar la manzana y reservarla rociada con un poco de zumo de limón para que no se oxidara, pero yo he optado por pelarla en el mismo instante que se tiene que incorporar a la masa, porque tampoco se tarda tanto.


Los yogures que utilicé son de limón porque era los que tenía a mano, pero también se puede usar yogur natural.


Como sabéis, el tener la bandeja especial de muffins no es estrictamente necesario, con los papelillos basta, así que no tenéis excusa para no probar. A mí me ha encantado estrenarla, eso sí.


Para mezclar la harina con el resto de la masa, como siempre os digo, la espátula es el mejor instrumento. Tampoco tenéis que conseguir que quede todo muy, muy mezclado, no importa, en el caso de los muffins, que queden grumitos.





martes, 17 de noviembre de 2009

Bea de cuchara

El otro día me encontré por la calle con el marido de una amiga, que me confesó que seguía mi blog, lo cual me hizo mucha ilusión. También hizo de crítico (yo agradecida) al hacer la observación de que hay muchas más recetas dulces que saladas. Obvio, siempre lo he dicho: primero, no soy una experta cocinera y segundo, casi todo lo que experimento en la cocina lo regalo después y es mucho más fácil de dar un bizcocho que un lomo en salsa de naranja, por ejemplo, ¡je,je!

En resumen, que esta receta, salada, va dedicada a Rober, para que me siga visitando y pruebe alguna vez a preparar a Mar esta CREMA DE CHAMPIÑONES que me hice ayer para comer y que no está nada mal, sana y ligerita.

La receta la he sacado de un blog que me encontré por casualidad buscando una crema fácil de hacer: www.pepekitchen.com. Todavía no la he podido visitar a fondo, el tiempo no es que me sobre últimamente, pero parece bastante completa, así que os recomiendo que paséis por ella a echar un vistacillo.

Si queréis ver la receta original, pinchad aquí.

Y esta es la mía:


INGREDIENTES


Un puerro

2 patatas

250 gramos de champiñones

1 litro de leche

Sal

Pimienta

Nuez moscada

Aceite


PREPARACIÓN


Primero, se lava la parte blanca del puerro y se parte en rodajas. En una olla, con aceite en el fondo, se echa el puerro y se empieza a saltear.

Cuando se haya puesto blandito, se añaden las patatas, peladas y cortadas en trozos, y los champiñones, también lavados y en láminas.

Remover dos minutos para mezclar los tres ingredientes y echar el litro de leche. Añadir la sal, pimienta y nuez moscada al gusto y tapar para dejar cocer durante cuarenta minutos.

Cuando haya pasado este tiempo, batir con la batidora hasta conseguir una crema fina y sin apenas grumos.

Probar la crema para ver si necesita más sal o algún otro condimento.

Servir para disfrutar de una crema casera con mucho sabor.

De verdad que está buena, aunque en la foto tenga un aspecto raro, ¡ja,ja! Es que no es muy fotogénica, ¿verdad?

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO


Es la primera vez que hacía una crema de champiñones y el resultado ha sido bastante positivo. Ahí van algunos consejos:


Lo primero de todo, es mejor tener todos los ingredientes preparados antes de empezar a hacer la crema. Es decir, lavar, pelar y cortar las patatas, puerro y champiñones. Es que yo empecé a pelar las patatas cuando ya tenía la fuego el puerro y, como se tarda tan poquito en hacer, tuve que retirarlo del fuego porque si no se me quemaba. Ya sabéis, fallos de principiante. Así que, lo mejor, tener todo preparado y listo para echar en la cazuela.


Los champiñones se pueden comprar enteros, pero yo creo que es mucho más cómodo en rodajas. Ese trabajo que os ahorráis. Yo compré una bandejita de un cuarto de kilo y, además, apenas tenían tierra. Pero limpiadlos bien de todas maneras porque así no os encontraréis con sorpresa en la crema.


Hay que tener el fuego bajo para que no se quemen las verduras ni se peguen al fondo, es mucho mejor.


El tema de los condimentos (sal, pimienta y nuez moscada) todavía no se me da muy bien, así que no he puesto cantidad, porque lo hago a ojo. Después de echar la leche, le puse los tres, pero no mucho, sobre todo de pimienta, porque no me gusta el picante y de nuez moscada, porque un poquito da ya mucho sabor. La sal, sin problema, es mejor echar poco y luego añadir más una vez que has batido la crema, así no te pasas ni te equivocas.


Como no me fiaba mucho de que estuviera cociendo cuarenta minutos sin más, un par de veces me acerqué a la cocina a echar un vistazo y remover un poco, por si acaso se pegaba la crema. Removí con una cuchara de madera, pero parecía que la cosa iba bien y no se pegaba, así que mejor. La próxima vez, ni me preocupo.