miércoles, 21 de octubre de 2009

Bea y una cena rápida

Antes de nada, mil perdones a mis…¡17 ya!, seguidores (gracias, Mayte, por unirte, me hace mucha ilusión, a ver si visito pronto tu blog) y a otros amigos que sé que también miran este blog de vez en cuando. No es que me haya olvidado de él, es que este mes no me da el tiempo para nada, estoy pelín estresada. A ver si en noviembre me relajo, tomo aire y me reorganizo la vida para poder volver a tener tiempo para estas cosas. No veáis lo que echo de menos cocinar, tengo mono, ¡je,je!

Pues eso, que, deprisa, deprisa, ahí va una cena rica y súper fácil, de hacer masas, como me gusta a mí. Pero una masa bien fácil, de verdad.

Estos SPIRO DOGS (o perritos calientes, como prefiráis) los encontré al comienzo de mis inicios culinarios en el blog de Vanesa Sierra, a quien, por cierto, le doy desde aquí mi enhorabuena, porque ha recopilado todas sus recetas en un libro precioso. Y los he repetido varias veces, la última, para una cena rapidita con unos amigos. Parece que les gustaron.

Si queréis ver la receta original de Vanesa, pinchad aquí.

Y esta es la mía:

INGREDIENTES

Para la masa:

400 gramos de harina

200 mililitros de cerveza

60 mililitros de aceite de oliva

20 gramos de levadura fresca

Sal


Para el relleno:

Salchichas

Beicon

Queso en lonchas


PREPARACIÓN

Para preparar la masa, sólo hay que mezclar todos los ingredientes y amasar a mano hasta que se integren y se haga una masa manejable.

Dividir esta masa en ocho porciones y extender una a una con un rodillo. Sobre la masa, colocar una loncha de beicon, la salchicha y el queso.

Cerrar la masa bien para que no se salgan los ingredientes durante la cocción y colocar todos los perritos en una bandeja de horno.

Dejar levar durante media hora y precalentar el horno a 200ºC.


Cocinar durante 15 minutos o cuando se vea que el pan está ya doradito.

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Como siempre, es bien fácil la receta. La masa se hace bien, no necesita mucho trabajo, pero ahí van los consejillos de principiante:


Si veis que la masa no se liga bien, no os preocupéis, echad un poquito más de harina para que se integren todos los ingredientes.


No se os olvide la sal. A mí me pasó la primera vez y estaba rico…¡pero el pan de lo más soso!


Un ingrediente que a veces incorporo a la receta es el tomate frito. Si os gusta, echad en cada porción de masa, antes de poner el beicon, un poco de tomate extendido. Así queda más jugoso.


Si queréis que el pan no quede muy gordo, con menos miga, extended muy bien la masa, para que quede bien fina. Si lo hacéis así, con estas cantidades os saldrán ocho perritos calientes.


Usad un queso que funda bien, como, por ejemplo, lonchas de mozzarella, para que quede más rico.


Quizá se os pegue un poco la masa a la mesa de trabajo cuando la estéis extendiendo, así que es mejor enharinar la encimera para trabajar mejor la masa.




jueves, 15 de octubre de 2009

Bea y el AIG

Este es un post meramente informativo por si alguien todavía por ahí no se ha enterado del acontecimiento blogculinario del otoño. Se trata del AIG (Amigo Invisible Gastronómico) y su nombre lo dice todo. Tenéis hasta el próximo 30 de octubre para apuntaros en esta preciosa iniciativa que puso en marcha el año pasado Bea, de El rincón de Beatriz y cuyo testigo ha tomado este año Ana, de Delicias y Tentaciones, por lo que aprovecho para volver a darle las gracias.

El único requisito es tener un blog de cocina y ganas de compartir cosas con el amigo invisible que os toque. Es una manera original de conocernos mejor y, además, ¿a quién no le gusta recibir un regalito?

Toda la información bien explicada la tenéis aquí.

Yo ya me he apuntado, por supuesto. Es mi primera vez, porque el año pasado ni siquiera me había rondado por la cabeza tener mi propio blog de cocina, aunque seguí muy de cerca todo lo del AIG 2008 por los blogs que visitaba cada día. Así que, ¡estoy emocionada!

Un último agradecimiento a Eva Carot, que ha diseñado un dibujo precioso para el AIG de este año. Mirad qué bonito es:

Nada más verlo, visité su página y merece la pena, es toda una artista.

Pues eso, que os animéis todos y… ¡a ver quién de vosotros me toca de amigo invisible gastronómico!

lunes, 12 de octubre de 2009

Bea vuelve al ataque

Aquí regreso, después de días y días sin publicar. Y no es que no tuviera nuevas recetas o hubiera dejado de experimentar en la cocina. No, simplemente es que he estado bastante liada y no he sabido organizarme. Pero prometo enmendar mi error y volver a ser más constante, así que no os aburro con más palabrería y vamos a lo que vamos.

Para el regreso he elegido justo lo último que he hecho. Se trata de una TARTA DE DULCE DE LECHE que se cruzó en mi camino la semana pasada, cuando descubrí (no lo conocía) el azucarado blog de Pedacitos de miel. Recomendable cien por cien para las golosas como yo.

El caso es que teníamos cena en casa de unos amigos el sábado y vi ahí mi oportunidad de intentar hacer la tarta y llevarla de postre. Así quedaba bien y, a la vez, me quitaba la “ansiedad” (sí, porque lo mío es auténtica ansiedad) de probar a hacerla. Es que el dulce de leche es una de las cosas más ricas que se han inventado, junto a la leche condensada y el chocolate blanco, ¡ja,ja! Lo negativo de esta delicia es que no a todo el mundo le gusta, por empalagoso, pero me “arriesgué” y la cosa no fue tan mal, porque la verdad es que le da sabor pero no queda demasiado dulzón.


Si queréis ver la receta original de Miel, pinchad aquí.

Y esta es la mía:

INGREDIENTES

225 gramos de dulce de leche

200 gramos de nata líquida

250 mililitros de leche

1 cucharada de azúcar moreno

1 sobre de cuajada

1 cucharada de cuajada

100 gramos de queso de untar


PREPARACIÓN

En un cazo, verter la nata, la leche y el azúcar. Remover para que se mezcle bien y calentar el preparado, hasta que comience a hervir.

Cuando esto ocurra, echar el resto de los ingredientes: dulce de leche, el sobre de cuajada, la cucharada de cuajada y el queso de untar. Mezclar todo bien, dándole vueltas durante unos cinco minutos, con el fuego bajo.

Pasar por la batidora esta mezcla para que se deshagan los posibles grumos que quedan.

Volcar la masa obtenida en un molde.

Dejar enfriar y decorar al gusto.

Meter en el frigorífico hasta el momento de servir.

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Como habréis comprobado, pocas tartas pueden ser tan fáciles como esta, ¿verdad? Ni horno ni nada, rápida y sencilla. Por eso me enamoró, ¡je,je! Aun así, ahí van algunos consejos de principiante:


Como aconseja Miel, creo que el mejor molde para esta tarta es uno de silicona, porque su textura es muy parecida a un flan y seguro que así se desmolda mejor. Yo tuve algún que otro problema a la hora de cortarla por haberla puesto en un molde de aluminio y con papel vegetal, pero, como era para una cena fuera, también me pareció la mejor manera de transportarla sin que sufriera mucho.


Si miráis la receta original de Miel, ella la hizo mucho más grande. Yo usé la mitad de las cantidades que ponía porque me parecía que iba a salir muy grande y además era uno de los dos postres que llevaba para la cena. Creo que con las cantidades que yo puse puede valer perfectamente para seis/ocho invitados. Todo depende de lo golosos que sean, claro.


No os asustéis si veis que la mezcla es demasiado líquida cuando la vertéis en el molde. Os doy mi palabra, cuaja y se solidifica, de verdad. Y en poco tiempo, así que fuera preocupaciones.


No sé si tendréis problemas para encontrar el ingrediente principal de la tarta, el dulce de leche, pero yo lo encuentro sin problema en Mercadona, junto a la leche condensada (de la marca CHIMBOTE).


Cuidado si decidís batir la mezcla para quitarle los grumitos que quedan directamente en el cazo, en vez de pasarlo a otro recipiente (para fregar menos cacharros al final, principalmente). Yo lo hice así y sale perfectamente, pero hay que hacerlo despacio y a velocidad muy lenta, para evitar que termine todo salpicado en las paredes.


La tarta está muy rica y, como os he dicho antes, no es tan dulce como parece. Eso sí, la próxima vez creo que le voy a poner una base de algo (quizá bizcocho, quizá galleta triturada con mantequilla, como en las tartas de queso) para que se pueda repartir mejor y le dé otro toque.


Como podéis ver en la foto del resultado final, la decoración todavía no es lo mío. Visitad el blog de Miel y saldréis más inspirados. Seguro que ni siquiera se ve lo que quería poner yo en mi tarta, con cacahuetes cubiertos de chocolate de colores. Os lo descifro: Kiko 31, porque la tarta la hice para celebrar el cumpleaños de mi amigo Kiko, que es mañana martes, aunque la frase llegó un poco “mareada” a la mesa.

Y hoy es el cumpleaños de mi amiga Velia (visitad su blog de moda, que está muy bien para desintoxicarse un poco de tanta cocina, ¡ja,aja!), así que aprovecho esta nueva entrada para desearles a los dos

¡MUCHAS FELICIDADES!