miércoles, 30 de enero de 2013

Tarta Guinness





Con este postre triunfáis seguro… y cuando se lo hayan zampado le decís el ingrediente secreto a vuestros invitados: cerveza negra Guinness. Sí, lo sé, a mí también me echaba un poco para atrás porque no soy de cervezas, pero recordando lo rico que está el bizcocho de vino tinto, me animé a probar. Un postre contundente, eso sí, con un trocito es suficiente y con estos ingredientes sale tarta para una docena de comensales.

Siento no poder poner la fuente porque tenía la receta guardada de hace taaaanto tiempo que no sé de dónde la saqué. Ahí va:




INGREDIENTES

250 mililitros de cerveza negra Guinness
250 gramos de mantequilla
75 gramos de cacao en polvo
400 gramos de azúcar
140 mililitros de nata para montar
2 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
250 gramos de harina de repostería

Para el frosting
300 gramos de queso de untar
150 gramos de azúcar glass
360 mililitros de nata para montar

  


PREPARACIÓN



Se echa la cerveza en una cazuela y se pone a calentar, sin dejar que llegue a hervir. Cuando esté caliente, se añade la mantequilla y se remueve para que se deshaga y se mezclen bien los dos ingredientes. Retirar del fuego y reservar.

En un bol se echan los ingredientes secos (cacao, azúcar, harina) y se mezcla bien.

En otro bol se mezclan los huevos con la nata y la esencia de vainilla y se bate bien. Después se añade la mezcla de cerveza y mantequilla y por último se echa, poco a poco, los ingredientes secos, hasta que quede una mezcla uniforme, sin grumos.

Se prepara el molde de la tarta engrasando el fondo y poniendo encima un papel para horno. Se vierte la mezcla y se hornea durante 50 minutos aproximadamente a 180ºC.

Cuando el bizcocho esté frío se le echa por encima el frosting. Este se prepara mezclando el queso de untar y el azúcar y luego añadiéndole la nata bien montada, con una espátula, sin remover mucho para mantener la nata alta.



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO



Veréis en las recetas originales que también se añaden dos cucharaditas y media de bicarbonato. La primera vez que hice esta tarta seguí este paso y en el horno la masa empezó a crecer y crecer hasta que desbordó todo el molde y me quedé literalmente sin postre. Así que le di una segunda oportunidad sin el bicarbonato, porque el bizcocho ya sube lo suficiente con la cerveza y la harina de repostería, que tiene algo de levadura, y esta vez sí se quedó “atrapada” en el molde.



Para mi gusto, las cantidades del frosting son demasiadas, a mí me sobró un montón, aunque se come a cucharadas tan ricamente, ¡je,je! Otro consejo es que montéis muy bien la nata, porque si no no quedará tan compacto el frosting y no podréis ponerle un alto copete, sino simplemente cubrir la parte de arriba. Eso sí, yo llevé a la mesa el cuenco con el frosting sobrante por si algún goloso quería añadir más…¡y los hubo!



Cuando preparéis la masa, veréis que esta queda muy líquida a la hora de meterla en el molde, pero no os preocupéis porque cuaja, de verdad, palabrita de cocinillas. Es cierto que queda más líquida que para un bizcocho normal, pero luego se “convierte” en tarta, os lo aseguro.



Dicen en los blogs de cocina que la textura de esta tarta cambia de un día para otro: recién hecha está muy suave y luego cobra densidad, como el frosting. Yo no pude comprobarlo, voló en la cena, sin oportunidad de catarla al día siguiente.


 

martes, 22 de enero de 2013

Pechugas con foie en salsa de setas


Solo puedo decir que este plato estaba tan rico que se me olvidó hacerle una foto de presentación, ups!, pero tenía que enseñároslo. Del paso a paso sí que fui haciendo algo, pero últimamente el ordenador me va como una patata y tarda un montón en abrir páginas en Internet, así que no quiero saber lo que tardaría en subir las fotos…
Así que, si queréis saber lo vistoso que queda, no tenéis más que pinchar aquí para ver la receta original de Cocotte Minute, ese magnífico blog del que haría todo lo que publica, cada domingo nos tienta con alguna cosa nueva. 
Este plato caerá seguro en alguna ocasión más porque no sobró ni un poquito de salsa.



Si queréis ver la receta original de Cocotte, pinchad aquí.

Y esta es mía:

INGREDIENTES

2  filetes de pechuga por comensal
1 paquete de foie micuit
Sal
Pimienta

Para la salsa
1 cebolla
Una docena de ciruelas pasas
250 gramos de setas congeladas
1 chorrito de vino blanco
1 bote pequeño de nata (200 mililitros)
1 pastilla de caldo de pollo
Sal
Pimienta


PREPARACIÓN
Primero comenzamos con la carne. Se limpian bien los filetes de pechuga y se corta en tiras el foie (recién sacado de la nevera, para que sea más fácil), reservando unas cuatro tiras para la salsa posterior. Uno a uno, se cogen los filetes y se salpimentan. En el medio se coloca una tira de foie y se hace un saquito, ayudándose por palillos para que no se abra.
Se ponen todos los rollitos en la bandeja del horno y se pincelan con aceite. Se cocinan durante un cuarto de hora a 180ºC.
Mientras tanto, se puede ir haciendo la salsa. Para ello, se pica muy fina la cebolla (yo siempre me ayudo triturándola en la picadora) y se pocha con un poco de aceite en una sartén. Cuando esté blandita, se añaden las setas, descongeladas y reservando aparte el agua que han soltado. Cocinar durante cinco minutos y añadir la sal, la pimienta y un chorrito de vino blanco. Seguir cocinando por 3 minutos más e incorporar el foie. Cuando se deshaga, añadir las ciruelas y el agua de la descongelación, con la pastilla de caldo de pollo. Si veis que queda una salsa muy espesa, añadir un poco de agua del grifo.
Se cocina durante 7 minutos a fuego suave y por último se añade la nata. Remover durante 10 minutos hasta que se termine de hacer la salsa.
Por último, se tritura todo bien para que quede como una crema, sin tropezones.
Respecto al pollo, la carne ya se habrá hecho en el horno, así que hay que sacarla y quitarle con cuidado los palillos.
Se cortan las pechugas en trozos y se meten en una cazuela, donde se añade la salsa ya triturada cubriendo bien toda la carne. Cocinar a fuego lento entre 10 y 15 minutos y ya está hecho.

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Antes de nada, seguid la receta de Cocotte porque la explica paso a paso muy bien y visualmente (cosa que yo hoy no puedo, perdón!). He cambiado un par de ingredientes de la receta original porque no tenía a mano. Cocotte propone vino de Jerez y ciruelas pasas, pero yo me tuve que conformar con vino blanco y uvas pasas. Para la próxima (porque habrá próxima!) haré la original.

No os preocupéis al hacer los saquitos de pollo porque aunque no queden muy cerrados y perfectos, en el horno no se abren y se sellan según se cocina la carne.

No dejéis el pollo en el horno más tiempo del recomendado para que no se seque mucho, porque tened en cuenta que después se hará un poco más en la cazuela con la salsa.

No os cortéis a la hora de salpimentar la carne porque la pechuga es bastante sosa.

Usad del foie recién sacado de la nevera para que sea más fácil cortarlo y manejarlo, si no, se deshace con facilidad y es un engorro.

Triturad bien la salsa para que no queden grumos y… ¡comprad mucho pan porque no vais a dejar de untar!