miércoles, 30 de mayo de 2012

Salmón con verduras al microondas




¡Guau! Dos entradas en un mes y solo una es receta (esta que estáis a punto de leer). Qué tiempos aquellos en los que escribía hasta diez recetas al mes. En fin…vamos a lo que vamos.
Últimamente le estoy dando mucho uso en la cocina a un utensilio que quizá tengáis, se trata del estuche de vapor de Lékué, una maravilla que lo mismo te hace un pescadito, que un revuelto o una tarta de queso para sacarte del apuro de un capricho dulce. Pero como yo ahora me estoy “portando bien” con la comida, lo utilizo sobre todo para hacer pescado y verduras. Es súper rápido, con diez minutos ya tienes resuelta la cena y de una manera bastante sana. Este cayó en mis manos casi de casualidad, porque en principio fue un regalo que le hice a mi madre por su cumpleaños pero después de que en un año ni lo sacara de la caja, me lo agencié con todo el morro. A una hija se le perdona todo, ¡ja,ja!
Os dejo una de las últimas cenas que me hice, aprovechando cosillas que tenía en el frigorífico, como un puerro (que le da un sabor muy rico, distinto a la cebolla), medio tomate (para aportar jugosidad) y un pimiento. Todo para acompañar a un buen trozo de salmón, ¡hummmm!

INGREDIENTES

Salmón
Un tomate
Un puerro
Un pimiento
Sal
Aceite

PREPARACIÓN

Se parte en rodajas el puerro, una vez lavado y sin las partes verdes, y en tiras el pimiento. Se colocan en el estuche de vapor y se sazona con sal y un chorro de aceite.
Se introduce el estuche cerrado, con la potencia del microondas al máximo y se cocina durante seis minutos.
Con cuidado, se saca el estuche y se abre para colocar encima de la verdura, que ya estará bastante blandita, el pescado. Sobre él, se echa el tomate en pequeños tacos y se vuelve a introducir al horno otros cinco minutos.




 
Sacar con cuidado de no quemarse con el vapor cuando se vaya a abrir el estuche y servir en el plato.



 
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Es bastante sencillo así que apenas hay consejos. Solo dos apuntes:

Reitero: mucho cuidado al sacar el estuche del microondas y al abrirlo, porque el vapor os puede quemar. Ya os aviso.

Dependiendo del grosor del pescado, tendrá que estar un poco más o menos cocinándose. Lo podéis comprobar y si necesita un par de minutos más, lo volvéis a meter.

Hace un tiempo me compré el libro de recetas para principiantes de Lékué para hacer cosas con el estuche de vapor y, la verdad, da muuuuchas ideas.




 
Ya os pondré alguna de ellas. Buena entrada en junio a todos!!!



 

lunes, 14 de mayo de 2012

Escapada a Lisboa


Sé que he estado muchos días ausente en el blog, pero no por falta de ganas, sino por falta de tiempo. He tenido unos días bastante durillos en el trabajo, cubriendo noticias que hubiera preferido no tener que hacer, ya que afectaban a gente que conocía y eran difíciles de tratar. Y como remate, me tocó el “premio gordo”: tener que ir este fin de semana a Lisboa a cubrir el Festival de la Mascarada Ibérica. Sí, fue un poco paliza, pero la verdad que es nos lo pasamos bien... y volver a Lisboa siempre es un lujo. Me ha ayudado a recordar lo mucho que me había gustado la ciudad cuando fui en verano hace dos años, con su decadente belleza, como no paramos de decir los compañeros que fuimos juntos de viaje.
Nos recibió el sábado con su típico calor húmedo, que asesina mientras subes las cuestas hacia Chiado y Barrio Alto. Por supuesto, uno se organiza y nos dio tiempo a degustar la gastronomía portuguesa. En la comida, en un restaurante muy chic del barrio de Chiado, una de mis zonas favoritas de la capital lusa, que me recuerda tanto al de Fuencarral de Madrid... Se llama O Sacramento.
Ya que habíamos hecho el despliegue de ir hasta Lisboa, más de cinco horas de viaje por carretera, la Diputación tuvo el detalle de invitarnos a comer allí. Unos canapés con patés y embutido ahumado muy sabroso y, de plato principal, como no podía ser de otra manera, bacalao, que en Portugal son expertos en hacerlo. Este sobre cama de espinacas y patatas y coronado con pan de maíz.
 



Para los carnívoros, entre los que me incluí esta vez, un codillo con un curioso toque de anís, que le daba a la carne un sabor muy especial.



A las cuatro de la tarde nos esperaba el trabajo, cubrir el desfile, en el que participaban 24 grupos de Zamora, Cáceres, País Vasco, León, Asturias, Galicia y Portugal. Todo ruido y color a 30 grados a la sombra, ¡uf! Pero resistimos, ¡ja,ja!









Antes de ir corriendo al hotel para escribir las páginas y mandarlas al periódico junto con las fotografías, me dio tiempo a cumplir con el recado de algún compañero de comprar pastelitos de Belem, de los que ya os hablé en el post que hice hace tiempo de Lisboa y cuya receta, no tan rica, por supuesto, tengo también en el blog, por si os animáis.

El hotel al que fuimos también me voy a atrever a recomendarlo por si estáis pensando en hacer una escapada a Lisboa. Es un tres estrellas totalmente remodelado y muy moderno, el Evidencia Astoria Creative.

Estuvimos en habitaciones individuales muy cómodas, supongo que las dobles no tendrán nada que envidiar. Del precio no puede decir nada, porque también iba incluido en el pack de tener que ir a cubrir el evento, ¡je,je! Pero estaba ubicado, para mí, en un buen sitio, curiosamente muy cerquita del que estuve cuando fui por primera vez a Lisboa.
Cumplido el trabajo, todavía nos dio tiempo a disfrutar un poco de la noche lisboeta, muy animada ese sábado noche por el buen tiempo, con las  calles repletas de terrazas con gente cenando y tomándose una copa. Esta vez sí pedí bacalao, que ir a Portugal y no comerlo es casi pecado. Lo pedí de una de las maneras que más me gusta, a bras, es decir, desmigado, con huevo y patatas fritas cortadas muy finas por encima, hummmm! Tengo que pedirle la receta a mi suegra para hacerlo algún día, porque a ella le queda de lujo y no es tan complicado.
Tras la cena, un paseo hasta el Barrio Alto y allí, con la capital a nuestros pies, en el mirador, me tomé un mojito para despedir la noche.
El domingo prontito, vuelta a España, que yo tenía que trabajar también ayer. Pero, haciendo balance, no ha estado nada mal la experiencia. Cuando estas cosas se hacen en buena compañía, ganan mucho.



Ánimo con este lunes, gente, que la semana se pasa pronto. O al menos, eso espero yo, que llevo trabajando ya seguido desde el sábado pasado y no veo el momento…