
viernes, 9 de marzo de 2012
Cupcakes de fresas

martes, 20 de abril de 2010
PINK VELVET CUPCAKES

Sí, he tenido que rebautizar esta última receta, porque mis red velvet cupcakes soñados fueron realmente pink velvet cupcakes, todo por no tener más colorante rojo en la cocina. Aunque todavía no entiendo cómo hice cupcakes rosas con un colorante que es rojo chillón. En fin, que estaban ricos igual. O eso me dijeron a quienes se los regalé, porque hice esta receta para repartir entre unas amigas y no pude catarla yo misma. Bueno, miento, sí que probé el frosting, rebañando como una posesa la manga pastelera que, ¡por fin!, estrené…y me he quedado con ganas de hacer unos para mí, porque estaba bien rica. Además, hacía un montón que no me divertía tanto con una receta, fue realmente divertido decorar los cupcakes, llamadme loca, ¡ja,ja!
A la receta le tenía yo echado el ojo desde hacía un montón de tiempo, pero me echaban para atrás muchas cosas, como el frosting o el buttermilk…que si llego a saber que son tan sencillos de hacer, me lanzo antes. Como tantas otras veces, gracias a mi tocaya Bea, de El Rincón de Bea, por compartir esta rica receta. La próxima vez me atrevo con la tarta, lo prometo. Mirad qué delicia consiguió Joana, de Mis recetas bordadas.
Si queréis ver la receta original de Bea, pinchad aquí.
Y esta es la mía:
INGREDIENTES
Media cucharadita de cacao en polvo
Media cucharadita de sal
Media cucharadita de bicarbonato
1 huevo
125 mililitros de aceite de girasol
120 mililitros de buttermilk (suero de leche)
15 mililitros de colorante rojo (o más)
Media cucharadita de vinagre de vino blanco
Media cucharadita de extracto de vainilla
Para el frosting:
1 cucharadita de extracto de vainilla
PREPARACIÓN
Lo primero que hay que hacer es, en dos boles diferentes, mezclar bien los ingredientes, los secos por un lado (tamizar harina, azúcar, cacao, sal y bicarbonato) y los húmedos por otro (huevo, aceite, buttermilk, colorante, vinagre y extracto de vainilla).
A continuación, sobre el bol que contiene los ingredientes húmedos, ir echando poco a poco los secos, para integrarlos bien con la ayuda de una espátula de silicona.

Esa mezcla se reparte entre los papeles de madalena que habremos puesto en una bandeja para ellas, hasta llenar tres cuartas partes de los mismos.
Con el horno precalentado, se introduce la bandeja y se dejan cocer a
Como siempre, estarán listos cuando al pinchar con un palillo en el centro, este salga limpio.

Para prepara el frosting:
Se baten todos los ingredientes (queso de untar, mantequilla y extracto de vainilla) menos el azúcar, durante un rato, hasta que quede una crema. Después, se añade, poco a poco, el azúcar, y se sigue batiendo hasta que se integre bien.

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Voy a empezar por lo que más me retrasó para hacer esta delicia tan vistosa: el buttermilk o suero de leche. Si no encontráis en los supermercados, como es mi caso, se puede preparar de la manera más sencilla. Tan sólo hay que echar media cucharada de vinagre blanco (también vale el zumo de un limón) en 120 mililitros de leche y dejar reposar durante diez minutos. La leche se corta y queda un poco grumosa…¡eso es lo que queremos!

Yo he adecuado las cantidades de la receta original de Bea para hacer doce cupcakes de tamaño mediano. Las cantidades del frosting también están adecuadas para decorar esa cantidad (quizá ahí me quedé un poco corta, porque tuve que dejar dos o tres sin “coronar”, todo depende de la cantidad que le queráis poner). Eso sí, puse bastante menos azúcar de la que se indicaba (eché

Es cierto que la masa de estos cupcakes es bastante diferente a los primeros que hice (los de arándanos). Me parecía demasiado líquida, pero no os preocupéis, que salen bien, de verdad. También me fijé que, cuando se cuecen, quedan como muy “gasificados”, con agujeritos en la masa, pero ricos igual.
No sé si dará igual, pero yo esperé a que los cupcakes estuvieran fríos antes de decorarlos, por si acaso. Eso sí, una vez decorados, creo que es mejor meterlos en el frigorífico, para que el frosting coja consistencia. Yo también lo hice así porque al día siguiente iban a hacer unos cuantos kilómetros y no quería que mi “arte” con la manga pastelera se desmoronara…

En definitiva, totalmente recomendables, de verdad. La próxima vez, porque habrá próxima vez, voy a echar colorante también en el frosting para hacerlo de colores, así quedará más profesional, ¡ja,ja!.


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