martes, 17 de marzo de 2015

Brownie de remolacha




El brownie es quizá, para mí, el postre perfecto, tanto para el que cocina como para el que lo disfruta. Creo que pocos dulces hay más sencillos de hacer y que triunfen tanto. Además, tiene ingredientes fáciles, quiero decir, de esos que siempre sueles tener por casa, se puede hacer con un día de antelación (y gana en sabor), es rápido de preparar y servido templado con una bola de helado ya es la pera limonera.



Mi versión de toda la vida es una de mis primeras recetas en el blog, allá por 2009. Creo que es el postre que más veces he hecho en mi vida. Y siempre triunfa, os lo aseguro. Cuando vi la receta de este brownie especial, en Con las zarpas en la masa, supe que tenía que hacerlo. El resultado es espectacular, un postre superjugoso y con un sabor intensísimo a chocolate. Eso sí, si hay que ponerle un “pero” es que trabajar con remolacha cocida es escandalosamente sucio, parece que eres el protagonista de “La matanza de Texas”, con salpicaduras rojas por toda la cocina (por lo menos en mi caso).



Si queréis ver la receta original de Paula, pinchad aquí.



Y esta es la mía:



INGREDIENTES

300 gramos de remolacha cocida (dos piezas, aproximadamente)

200 gramos de mantequilla

250 gramos de chocolate para fundir (el de hacer postres)

3 huevos

200 gramos de azúcar moreno

60 gramos de harina normal

30 gramos de cacao en polvo

Media cucharadita de levadura química



PREPARACIÓN



Lo primero de todo es triturar la remolacha cocida, con la batidora, hasta que quede una masa. Pasadla a un colador para que vaya soltando el líquido mientras seguís preparando los demás ingredientes.

Se derrite el chocolate con la mantequilla en un bol. Yo suelo meterlo un par de minutos en el microondas si acabo de sacar la mantequilla del frigorífico, lo saco y voy dando vueltas con una cuchara, porque del calor que ya tiene terminan de derretirse los dos ingredientes y así no se queman por exceso de calor.

En otro bol se echan los huevos con el azúcar y se baten. Cuando esté integrado, se añade el chocolate y mantequilla derretidos y por último se agrega la remolacha, ya escurrida del todo.

Se integra bien y se echan los ingredientes sólidos (harina, cacao y levadura) que se mezclan al resto con la ayuda de una espátula.

En un molde se echa toda la mezcla y se hornea a 180ºC con aire durante unos 25 minutos.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO



Sobre todo, que no os eche para atrás el ingrediente estrella, la remolacha, aunque no os guste nada. Os doy mi palabra de que no le da nada de sabor, solo jugosidad, os lo aseguro. Es algo parecido a lo que ocurre con el pastel de zanahoria.



Solo hay que tener un poco de cuidado para deshacer la mantequilla y el chocolate sin que se quemen. Una manera un poco más larga de hacer, pero fácil igual, es poner ambos ingredientes en un bol a fuego lento e ir dando vueltas hasta que se deshagan.



viernes, 6 de marzo de 2015

Crema de judías verdes





Esta crema nace de un despiste, de las ganas que tenía de hacer la crema árabe de garbanzos de Cocotte Minute y de encontrarme sin garbanzos en la despensa…pero con un bote en el fondo del armario de judías verdes. Así que, una vez que pongo el modo “on” de cocinar, lo de no tener los ingredientes es lo de menos. Adapté más o menos la receta y salió esta crema diferente, con un toque picante gracias a las especias que le eché.




INGREDIENTES

Un bote de judías verdes
Dos patatas
Una cebolla
Cuatro zanahorias
Dos hojas de laurel
Dos pastillas de caldo de verdura
Una cucharadita de pimentón
Un chorro de aceite de oliva
Especias al gusto





PREPARACIÓN

En una olla introducimos todos los ingredientes, la cebolla, las patatas y las zanahorias troceadas. Cubrimos con agua, echamos el aceite y las especias y ponemos a hervir durante media hora.

 

Cuando se enfríe, se le quita el agua y se reserva. Se pasan los alimentos por la batidora y se añade el agua de la cocción al gusto, para darle mayor o menor espesor a la crema.
Servir caliente y acompañado de picatostes.


OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

La olla rápida es uno de los mejores inventos del mundo que estoy descubriendo últimamente, aunque sigue dándome un poco de miedo ese ruido infernal que hace cuando está en plena cocción, jeje! Así que no hay mucho que explicar: meter ingredientes, agua, condimentos, cerrar bien y a cocer media hora.