viernes, 18 de octubre de 2013

Ensalada templada de setas

Esta ensalada surgió de esos días que abres nevera y armarios y ves varios alimentos a los que le tienes que dar salida pero ya. ¿El resultado? Un plato muy completo que estaba rico de verdad, la mezcla fue todo un acierto y creo que esta ensalada es muy otoñal. Ahí os la dejo, por si queréis probar.

INGREDIENTES

Setas
Una bolsa de ensalada de brotes tiernos
Pimientos asados
Bacon en tiras
Queso en tacos
Pipas
Sal
Aceite
Vinagre de Módena

PREPARACIÓN

En primer lugar se preparan las setas. En mi caso eran deshidratadas y tuve que dejarlas en remojo un buen rato. Bien escurridas, se cocinan en una sartén con aceite y sal (si se quiere, se le puede añadir ajo para darles más sabor). Cuando ya estén casi hechas se les añade los tacos de bacon para que se frían. Se reservan templadas.

En una fuente se mezclan todos los ingredientes: primero la lechuga y luego por encima el pimiento en tiras, las setas con el bacon y el queso en tacos. Se aliña y se adorna con pipas o cualquier otro fruto seco que se quiera. ¡Lista para comer!

OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO

Como veis, es una ensalada para salir del paso y aprovechar ingredientes, pero se vuelve muy completa y es bastante original para servir en cualquier reunión de amigos o familiares. Creo que a esta ensalada le iría genial un queso fuerte, como el de cabra, pero ese día no tenía ningún rulo merodeando en la nevera. Lo dicho, pura improvisación pero apuntada para próximas ocasiones.

¡Feliz fin de semana!

 

lunes, 30 de septiembre de 2013

Pechugas en salsa de almendras




Ahora sí, ya se acabó el verano. Por lo menos para mí, que consumo las últimas horas de mis vacaciones. A llevarlo mejor también ayuda el tiempo, metidos ya en pleno otoño, lo cual me encanta. Adoro esta estación, la verdad. Aprovechando mis últimos días libres, este fin de semana invité a cenar a unos amigos y preparé uno de los platos estrella de mi suegra. No sé si he hablado aquí alguna vez de ella, pero el caso es que es una excelente cocinera, tiene el don de hacer todo rico, no se le resiste nada: postres, pescados, asados, entrantes… todo lo borda. Le pedí la receta y, aunque no me quedó igual de rica, es una propuesta bastante sencilla y original para hacer las típicas pechugas de pollo, tan socorridas siempre. Ella las hace rellenas de jamón y queso, por si os animáis. A mí no me dio tiempo a tanto, pero se dejaban comer.



Aquí os dejo la receta:



INGREDIENTES



Pechugas fileteadas bien finas

Una cebolla

Ajo al gusto

Hierbas al gusto (orégano, finas hierbas, hierbas provenzales…)

Almendras

Vino blanco o algún otro licor

Leche

Sal

Aceite



PREPARACIÓN



Marcar las pechugas (vuelta y vuelta) en una sartén con aceite. Retirar y reservar colocadas en una fuente para horno.

En el mismo aceite, añadir la cebolla picada, el ajo, las hierbas elegidas y el puñado de almendras. Dejar pochar hasta que la cebolla transparente.



Añadir medio vaso de vino blanco u otro licor y dejar cocer unos minutos.



Pasar esta salsa a un bol y batir hasta que quede todo bien triturado. Añadir leche hasta que quede de la espesura deseada y verter la salsa sobre las pechugas.

Meter al horno durante un cuarto de hora a 170ºC



OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO



Como veis no tiene mucho misterio. El sabor va a variar si usáis vino o licor y en las hierbas. Además, es un plato que si sobra se congela bien. Solo un consejo: ese día comprad un buen pan para untar la salsa porque ¡vais a dejar el plato limpio!


 


martes, 20 de agosto de 2013

Bizcocho de limón

 

Una receta de lo más refrescante para el verano, aunque haya que encender el horno, claro. Me ha sorprendido su intenso sabor a limón y lo “crujiente” que le aportan las semillas de amapola que, en mi caso, estaban perdidas en lo más profundo del armario de la cocina…ni siquiera me acuerdo para qué las compré!

Si queréis ver la receta original, pinchad aquí.


Y esta es la mía:

INGREDIENTES

125 gramos de kéfir
60 mililitros de leche
2 cucharadas de semilla de amapola
80 mililitros de aceite de girasol
225 gramos de azúcar
2 cucharadas de polvo de limón
Zumo de un limón
2 huevos
200 gramos de harina
Medio sobre de levadura química

PREPARACIÓN

En un cazo se calienta la leche y se añaden las semillas de amapola. Cuando llegue a hervir se retira del fuego y se deja templar.
En un bol se mezcla el kéfir, el aceite de girasol, el azúcar, el polvo y el zumo de limón, los huevos y la leche. Se bate todo hasta conseguir una mezcla homogénea.
Por último, se añade poco a poco la harina con la levadura, ayudados con una espátula para que se integre bien con la mezcla, sin dejar grumos.
Hornear durante 40 minutos a 180ºC.

OBSERVACIONES PAR A PRINCIPIANTES COMO YO

He “tuneado” un poco la receta original aprovechando ingredientes que tenía en casa. Por ejemplo, he sustituido el yogur natural por kéfir, algo que ya hice con otros bizcochos y que me gustó el resultado. Si tenéis oportunidad de probar hacedlo. También aproveché que tenía polvo de limón, cuya elaboración os expliqué aquí, y lo añadí en vez de la típica ralladura de limón. En ambas casos aporta un sabor muy intenso y rico.

Ya sabéis que el tiempo de horneado es optativo, y varía según el horno que tengáis. Yo siempre que hago una receta nueva pruebo primero con menos minutos y luego si es necesario lo dejo un poco más. Ya sabéis la prueba del palillo: si sale limpio al pinchar… ¡está listo para comer!