lunes, 6 de abril de 2009

Bea y la dulce Semana Santa zamorana

Si de algo pueden estar orgullosos los zamoranos es de su Semana Santa, una de las más bellas del país. En estos días, Zamora, ciudad pequeña y tranquila el resto del año, se ve literalmente invadida por multitud de turistas que disfrutan y viven unas procesiones, que, como en toda tierra castellana, se caracterizan por su recogimiento y sobriedad, muy alejadas de las que viven los andaluces, por ejemplo. Es otra manera de ver la Semana Santa, que sorprende a los recién llegados.
Para los curiosos, os invito a visitar esta web:
www.lapasiondezamora.com para haceros una composición de lugar y animaros así a descubrir esta pequeña gran joya del Románico, que merece la pena visitar también el resto del año.
Y si así no os he convencido, pues ataquemos al estómago mostrándoos qué podéis encontrar en estos días en multitud de establecimientos de la ciudad, la mayoría ubicados en el Casco Antiguo. Dulces para todos los gustos.

ACEITADAS
Se trata de contundentes pastas, oscuras, bastante toscas en su aspecto, muy duras al mordelas, pero con un agradable sabor y un ligero toque a anís. Hechas con ingredientes simples (aceite, huevos, azúcar, harina) se disfrutan con un buen café.
Si os atrevéis con ellas, he encontrado la receta en este blog que no conocía.


Aceitadas (izquierda) y amarguillos (derecha)
AMARGUILLOS
Sin duda, mis preferidos. Las pastas más blanditas de todas las que os he hablado, gracias a la clara de huevo. Crujientes por fuera y muy, muy tiernas por dentro, toda una delicia.
ALMENDRAS GARRAPIÑADAS
Imprescindibles en la Semana Santa zamorana (como el comer pipas mientras se espera las procesiones). Si tienes suerte, algún cofrade te dará alguna al pasar a tu lado, sobre todo en la procesión de la Cofradía del Jesús Nazareno, conocida como “la procesión de los borrachos”, aunque a los más “puristas” les moleste esta denominación, que procesiona en la madrugada del Jueves al Viernes Santo, ¡impresionante! Pero hay que comprar al menos una bolsita para disfrutar de un dulce tan típico de estas fechas. Las originales son las almendras, pero ahora también te puedes encontrar puestos que “garrapiñan” pipas, pistachos, avellanas, cacahuetes…
Si os animáis a probar a hacerlas en casa, seguid los consejos de Ile, uno de los blogs más didácticos que conozco. Todo con ella parece más fácil.


Rosquillas (izquierda) y rebojos zamoranos (derecha)
REBOJOS
Son bollos individuales de gran tamaño y existen de dos tipos, duros y blandos. Yo aconsejo los segundos, que recuerdan a los mantecados, pero si os atrevéis con los primeros, tened a mano un buen vaso de leche, porque si no, es fácil que os atragantéis. Huevos, azúcar y harina son sus ingredientes básicos.

Roscas de yema (izquierda) y feos (derecha)
FEOS
Como su nombre indica, son pastas realmente feas visualmente, muy, muy duras y típicas de un pueblo de Zamora llamado Villalpando. Pero si os gusta la almendra, es vuestra pasta.
Toda la información sobre estos dulces y sus recetas la podéis encontrar en: www.patrimonio-gastronomico.com, por si os apetece probar. Para mí son recetas todavía demasiado elaboradas, pero quizá algún día publique aquí mis primeros amarguillos, ¡quién sabe!


Aparte de las aceitadas, los rebojos, las almendras garrapiñadas, los feos y los amarguillos, podéis disfrutar mientras descubrís Zamora de roscas de anís, bollo coscarón, hojaldres, pastas de nata, rosquillas o cocos.
Bollo coscarón

Y si os quedáis hasta el Domingo de Resurrección, tenéis que almorzar el plato típico de ese día, Dos y Pingada, es decir, dos huevos fritos, acompañados por lonchas de jamón también fritas y una buena rebanada de pan. Si es de Carbajales de Alba, mejor que mejor.

Y ya que estáis en Zamora, no os vayáis sin probar, y comprar, alguno de los vinos de la DO Toro y un buen queso de oveja, catalogados como de los mejores del mundo.
Estéis donde estéis estos días… ¡Feliz Semana Santa!

3 comentarios:

Vanesa Sierra dijo...

Que dulces más ricosss, ummm... sabes q??? he vuelto por el blog jejeje

Liliana Fuchs dijo...

Me ha gustado mucho este reportaje :) Una de las cosas que hacen que me apasione tanto la cocina es descubrir la gastronomía típica de cada región, porque es parte esencial de su cultura y tradiciones. Se descubren tantos sabores nuevos!
Gracias porque apenas sabía nada de las tradiciones de Zamora. Ten por seguro que en cuanto pueda moverme con más libertad, una Semana Santa me dejaré caer por allí; cuántas cosas ricas!

Un abrazo

maria --decorecetas-- dijo...

sin duda que mejor semana santa que la de zamora no la hay!!