




Seguimos con la excusa de
Y, para darle ese toque navideño, les he dado forma de abetos. E incluso, he usado el fondant que hice hace días para adornarlas un poco. Muy, muy entretenido.
INGREDIENTES
1 huevo
1 chorro de leche
2 cucharaditas de canela
PREPARACIÓN
(hago un copia/pega de mi receta de GALLETAS ESPECIADAS)
En un bol, echad la mantequilla y batirla un rato, después añadir el azúcar glass y seguir batiendo hasta que se mezclen bien los dos ingredientes.
Añadir las dos cucharaditas de canela para incorporarlas a la mezcla y luego echar también el huevo batido. Seguir batiendo.
Ahora es el turno de la harina. Hay que ir añadiéndola poco a poco, mientras se integra con una espátula de silicona al resto de la mezcla. Cuando esté a punto de terminarse la harina, la masa se empezará a desmigar, así que es el momento de añadir un chorrito de leche para que toda la masa vuelva a ligarse.
Una vez conseguida la masa, se hace una bola con ella y se envuelve muy bien en papel film transparente, para meterla en el frigorífico durante, al menos, tres horas.
Cuando vayamos a preparar las galletas, sacamos la masa de la nevera y la partimos en cuatro trozos, para ir estirando uno por uno y hacer las galletas.
Poner a precalentar el horno a
Ahora llega lo más divertido, usar los cortapastas para hacer las galletas.
Hornear durante diez minutos y dejar enfriar en una rejilla.
Para adornar con el fondant las galletas:
La receta del fondant la podéis encontrar aquí.
Para decorar, lo primero es sacar un tiempo antes el fondant del frigorífico o meterlo unos segundos en el microondas.
Para extenderlo, hay que espolvorear con un poco de azúcar glass la mesa de trabajo, porque si no se pega mucho a la mesa o al rodillo. Dejarlo muy finito y humedecer las galletas un poco con un pincel para poner encima el fondant, recortado con la misma forma de la galleta.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Son las mismas que para las galletas especiadas, así que las podéis encontrar pinchando aquí.
Lo “peor” del fondant es que cuesta un poco estirarlo, porque está bastante pegajoso, pero con un pelín de paciencia y echando un poco de azúcar glass se soluciona todo. Se estira muy finito para que no “mate” mucho el sabor a canela de las galletas. Yo pincelé un poco las galletas, ya frías, con agua, antes de colocar el fondant, para que se pegara bien.
Dos cucharaditas de canela le dan muuucho sabor a las galletas, así que si os gusta la canela, estas son vuestras galletas.
Mi espíritu navideño es similar al del pavo que sabe que va a ser rellenado, cocinado y servido en la cena de Nochebuena, para que os hagáis una idea. Pero cuando se trata de hacer recetas nuevas y, sobre todo, de estrenar mis últimas adquisiciones culinarias, puedo llegar a ser más navideña que los Reyes Magos (porque yo, lo poco que soy, lo soy de los Reyes Magos, que conste…y de Belén).
El caso, que había que darle salida a los cortapastas de motivos navideños que tengo en mi colección, así que me decidí por estas GALLETAS NAVIDEÑAS ESPECIADAS.
Para que fueran un éxito, nada mejor que seguir los consejos de la “number one” de las galletas en la blogosfera, que no es otra (estaréis todos de acuerdo) que mi tocaya Bea, de El rincón de Bea. En pocos meses se ha hecho con el trono de reina de las galletas (que no monstruo, ¿eh?) con méritos propios, así que probé a hacer estas galletas con su receta base y luego le añadí, para darle ese toque navideño, nuez moscada y jengibre, que tan buenos resultados me ha dado en otras recetas, como esta.
Está para
Y esta es la mía:
INGREDIENTES (para aproximadamente tres docenas de galletas)
1 huevo
1 chorrito de leche
1 cucharadita de nuez moscada
1 cucharadita de jengibre
PREPARACIÓN
En un bol, echad la mantequilla y batirla un rato, después añadir el azúcar glass y seguir batiendo hasta que se mezclen bien los dos ingredientes.
Añadir la cucharadita de nuez moscada y de jengibre para incorporarlas a la mezcla y luego echar también el huevo batido. Seguir batiendo.
Ahora es el turno de la harina. Hay que ir añadiéndola poco a poco, mientras se integra con una espátula de silicona al resto de la mezcla. Cuando esté a punto de terminarse la harina, la masa se empezará a desmigar, así que es el momento de añadir un chorrito de leche para que toda la masa vuelva a ligarse.
Una vez conseguida la masa, se hace una bola con ella y se envuelve muy bien en papel film transparente, para meterla en el frigorífico durante, al menos, tres horas.
Cuando vayamos a preparar las galletas, sacamos la masa de la nevera y la partimos en cuatro trozos, para ir estirando uno por uno y hacer las galletas.
Poner a precalentar el horno a
Ahora llega lo más divertido, usar los cortapastas para hacer las galletas.
Hornear durante diez minutos y dejar enfriar en una rejilla.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Son muuuy fáciles de hacer, en serio, y sobre todo gracias a los consejos de Bea, pero ahí van unas observaciones de principiante:
Como dice Bea siempre, es importante que la mantequilla no esté derretida al microondas, sino que está blandita a temperatura ambiente. Ese supuso mi único problema porque, al no tener
El tema del azúcar glass fue todo un descubrimiento. Había comprado para hacer el fondant, así que la aproveché también para estas galletas. La verdad es que se pueden hacer con azúcar normal, pero como la textura del glass es tan fina, se mezcla mucho mejor y se integra en un periquete.
Lo que me dio la vida fue el meter la masa en el frigorífico. ¿Os acordáis de mis pesares con las galletas de vainilla, que no había quien les diera forma? Pues la solución era tan fácil como meter la masa a la nevera. Así está dura y se puede trabajar muchísimo mejor con ella. Además, se pueden dejar todo el día y hornear las galletas al día siguiente si se prefiere.
Los diez minutos que tienen que estar las galletas en el horno son orientativos. Como bien dice Bea, el tiempo depende del tamaño y la forma de las galletas. En mi caso, por ejemplo, los muñequitos de nieve, que eran más pequeños, se me quemaron un poco. También influye el grosor que se les dé, es mejor dejarlas un poco gorditas para que no se quemen. Y, de todas maneras, si las galletas salen un poco blandas del horno, no importa, porque terminan de endurecerse fuera, cuando se enfrían en una rejilla.
Por supuesto, por último, a las galletas se le pueden añadir las especias o esencias que queráis, eso va en gustos. A mí me ha encantado la mezcla de nuez moscada y jengibre, pero también le podéis echar esencia de vainilla, limón….
Yo pienso experimentarlas todas, ¡ja,ja! Y las próximas….¡decoradas!
¡Dios mío! Ahora que lo veo, ya tengo treinta seguidores en este humilde blog….qué responsabilidad, por favor. Gracias a todos, me hace mucha ilusión, treinta es mucho más de lo que yo pensaba tener en todo lo que dure esta aventura, aunque seguro que muchos de los que me leéis tenéis cientos y cientos de seguidores. Pero a mí treinta me hace ilusión, qué queréis que os diga.
Bueno, al grano. Que ya me decidí hoy, que por fin me he puesto a hacer mi primer FONDANT DE NUBES.
Anda que no he estado “estudiando teoría” del fondant por vuestros blogs y dando la vara a gente como Titi, de
(Por cierto, hago un inciso sobre mi AIG….todavía no me ha llegado mi regalo, ¡jo!, y a este paso se me van a juntar con el de los Reyes Magos, porque yo soy de Reyes Magos. No importa, me hará la misma ilusión. Bueno, mucho más, porque la espera está siendo larga, ¡snif!)
El caso es que yo no soy mucho de decorar, no tengo ni idea, pero es que viendo las maravillas que hacéis, pues a una le entra el gusanillo. Y el otro día, paseando por el ALDI, me topé con una súper bolsa de nubes blancas y rosas y como he leído que a muchos os cuesta encontrar nubes sólo blancas, pues pensé: “Bea, esto es una señal”, así que me compré la bolsa. Aquí os dejo una foto para que veáis cómo son.
Respecto a la receta, miré muchas y la que finalmente seguí fue la de Sonia, del blog A qué saben las nubes (¡cómo no!).
Si queréis ver la receta original, pinchad aquí.
Y esta es la mía:
INGREDIENTES
Nubes de gominola
El doble de peso en azúcar glass que de nubes
PREPARACIÓN
Separar las nubes blancas de las rosas. Estas primeras las partimos en trozos más pequeños y la metemos en un bol hondo, como una ensaladera.
Ponemos el microondas a la máxima potencia y metemos el bol sólo diez segundos. Lo sacamos y, con un palillo largo de madera o algo parecido, removemos para que se vayan deshaciendo las nubes.
Como no estarán desechas del todo, volvemos a meter el bol en el microondas otros diez segundos, nada más.
Repetimos la operación del palillo y, ahora sí (o quizá necesite otros diez segundos de micro) las nubes estarán derretidas.
En otro bol se echa el azúcar y, sobre ella, se añaden esas nubes derretidas.
Con paciencia y paciencia (doble, porque es algo súper pegajoso) se va amasando para que liguen los dos ingredientes y poder formar una masa homogénea, hasta que no admita más azúcar del bol.
Ahora, fuera del bol, se sigue amasando para terminar de formar la masa. A mí no me hizo falta, pero, si es difícil de trabajar, os podéis untar las manos con mantequilla y será más sencillo.
Ahora vamos con las nubes rosas.
Eché colorante líquido rojo pensando que cogería muy bien el color al ser ya rosa y, como podéis comprobar por las dos fotos, casi ni se aprecia. Ya me habían comentado que las nubes se tiñen mejor con colorantes en pasta, pero es que yo ni los he visto en mi vida ni sé dónde encontrarlos, así que pillé lo que tenía más a mano.
Para terminar, se envuelve bien en film transparente y a la nevera. Según mi amiga Titi, aguanta ahí hasta dos meses, así que ahora tengo tiempo para pensar qué hacer con él. Por lo menos el gusanillo de probar a hacerlo ya lo he calmado.
¿Alguna sugerencia? Creo que empezaré decorando algunas galletas…..
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Como véis, los ingredientes son pocos y de lo más sencillos. Ahora os cuento lo que he pasado esta mañana haciéndolo:
Primero, tengo pocas fotos del proceso porque teníais que ver lo pringadísima que estaba y, como yo me lo como y me lo guiso todo (quiero decir, estoy sola y nadie me puede hacer las fotos) pues era imposible estar a la receta y a las fotos, aunque algo se intentó…y la cámara ha quedado un poco perjudicada, es decir, pelín pringosa, ¡ja,ja!
Y no tiene más complicación. Eso sí, es divertido y bastante rápido y, como he leído en otros blogs (ya no me acuerdo en cuáles, porque leí tanto…) es como jugar a la plastilina, tienen razón.
Espero poder poner pronto alguna entrada con una receta que lleve esta mi primera fondant.