Pero qué ganas tenía yo de hacer mis propias mermeladas, después de visitar tantos blogs con fotos preciosas y deliciosas. El caso es que por fin me coincidió todo para hacerlo realidad. Tenía mi panificadora y era la época de las fresa (¡cómo las echo de menos! Se me va a hacer el año muy largo sin ellas, ¡snif!), mi mermelada favorita, así que ya no había excusa.
He seguido las instrucciones y medidas de mi panificadora (marca Moulinex). La única pega es que no encontré pectina por ningún lado, que es un espesante, y la sustituí por agar-agar, que es un alga que hace la misma función y encontré en un herbolario, porque cuando fui a la farmacia a pedir pectina la farmacéutica me miró con extrañeza. Además, le di un toque de vainilla con esencia de idem y el resultado no ha estado nada mal.
Aquí os dejo mi receta de MERMELADA DE FRESA
INGREDIENTES
3 cucharaditas de esencia de vainilla
El zumo de un limón
PREPARACIÓN
Primero se lavan bien las fresas y se trocean pequeñitas, quitando el tallito verde.
Se mete en la cubeta de la panificadora y se echa encima el azúcar, el agar-agar y la esencia de vainilla. Por último, se le rocía el zumo del limón y se programa la maquinita para que haga el resto.
Mientras tanto, se pueden ir esterilizando los botes que vayamos a usar. En una cazuela llena de agua se meten los tarros de cristal y sus tapaderas y se deja en ebullición alrededor de media hora. Se sacan con cuidado de no quemarse y se deja que se sequen boca abajo encima de un paño.
Cuando la mermelada está lista, se echa en los tarros hasta el borde y se cierran con fuerza. Se deja boca abajo para que hagan el vacío hasta que se enfrié la mermelada.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
He tardado más de un mes en publicar esto porque quería probar la mermelada, a ver si me había salido bien. ¿El resultado? Muy rica, mejor que las compradas, mucho más sabor…¡y todavía me quedan cinco botes! Está claro, el año que viene hago más, seguro, que este llegué ya en los últimos días de las fresas.
Con estas cantidades salen tres tarros de tamaño medio.
Yo hice dos tandas de mermeladas, con variaciones. La primera vez no eché espesante ni esencia de vainilla y, como había cortado muy grandes los trozos de fruta, la batí un poco cuando terminó de hacerse. La segunda tanda ya la hice con el agar-agar, cortadas las fresas más pequeñas y con la esencia de vainilla. Esa es la que he probado ya y pasa la prueba, ¡ja,ja!, en tostadas, con yogur o incluso a cucharadas….¡deliciosa!
Por último, os dejo el enlace de Cuchara de Palo sobre envasar al vacío y conservas en general, que Raquel lo ha explicado muy bien. Además, hace pocos días Alegna, de
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