Después de la breve ruta turística del otro día por Barcelona, viene la prometida ruta gastronómica, que fue un no parar gracias a nuestros anfitriones Luis, Teresa, Jordi, Rosa y Jorge. Como dije en el post anterior, todo un lujo. Nos trataron tan bien que seguramente nos tendrán que aguantar otra vez, ¡ja,ja!
Vamos con la ruta de restaurantes:
NUEVE REINAS
Es un restaurante argentino situado en la calle Valencia, muy cerca del Paseo de Gracia. Se lo recomendó a Luis su hijo… y acertó de pleno. Las carnes son su especialidad, como buenos argentinos, claro. Los camareros muy atentos, nos invitaron a un plato de patatas 9 Reinas (con huevos fritos) y a una copa de cava tras la comida.
Estos son algunos de los platos de los que disfrutamos:
Morcilla criolla
Vithel Tonne, una carne cortada muy fina con una salsa suave de alcaparras
Brocheta de solomillo, con verduras a la brasa muy ricas
Puntas de solomillo en salsa de pimienta
Y como no puede faltar algo dulce, un postre de lo más azucarado, que me costó terminar:
panqueque de plátano especial
DIONISOS
Este restaurante griego está en una de las zonas que más me gustó de Barcelona, junto a la calle Verdi, en el barrio de Gracia. Hay mucho ambiente por ahí y me recuerda a Chueca o Fuencarral de Madrid. Tenéis un montón de restaurantes para elegir, desde indios a italianos, pasando por libaneses o egipcios. Nosotros nos decantamos por este griego, donde hicimos una cena más bien ligera, después de la contundencia de la comida. Si es que no sé cómo no terminé con agujetas en las mandíbulas de tanto comer....
Aquí los platos que elegimos:
Ensalada oriental
con pechuga de pollo en salsa curry y pasas (lo sé, poco griego)
Calabacín relleno de arroz a las finas hierbas
MERCADO DE SANTA CATALINA
Está claro que La Boquería se lleva la fama de mercado en Barcelona, pero a mí también me encantó el de Santa Catalina, muy cerca de la Catedral y con ese característico tejado tan colorido. Dentro tienen, además de unos puestos que no deben envidiar nada a los de La Boquería, un restaurante de cocina de mercado al que merece la pena acercarse.
Eso sí, se llena en seguida. Nosotros comimos a la una (porque a las tres teníamos reservada la visita al Palau de la Música, altamente recomendable, por cierto) y en media hora se había llenado. Se puede comer en una mesa o en la misma barra, donde ves en directo lo que están cocinando. ¡Me encantó!
Ensalada verde con falafel
Y un postre riquísimo:
tortitas de chocolate con helado de mascarpone
LA DULCE HERMINIA
Otro lugar que me sorprendió gratamente. Elegante pero con unos precios muy razonables (del resto no sé deciros, porque esta fue la única comida que nos dejaron pagar en todas las vacaciones…) y una carta muy variada, para todos los gustos.
Primero, pedimos unos platos para compartir:
Coca de jamón, queso de cabra y rúcula
Croquetas de bacalao con salsa romesco y patatas bravas
Los platos de cada uno:
Confit de pato con mermelada de naranja y patatas a la canela
Rollitos de pollo rellenos
Canelones de espinacas
Y, como no, el postre, contundente y poco dulce, una combinación perfecta:
Bizcocho de nueces en capas con chocolate y crema catalana quemada
Además, también tuvimos la suerte de disfrutar de comida casera en casa de todos nuestros anfitriones, donde no faltó embutido de la tierra (que luego nos regalaron para probar en casa, así que habrá que hacer un día una comida catalana), pan tumaca, que me encanta y la tradicional crema catalana, deliciosa y que me atreveré a hacer algún día (para, entre otras cosas, estrenar el quemador que me regalaron hace tiempo, je,je)
Durante nuestros paseos por Barcelona también descubrimos algunos lugares interesantes para los amantes de la gastronomía, como la tienda Cacao Sampaka, dedicada íntegramente al chocolate y donde se puede adquirir todo tipo de productos relacionados con este alimento: en gotas, en polvo, en tabletas...¡un vicio!
La pastelería Bubó Barcelona, junto a la calle más corta de la ciudad (a la izquierda de la imagen...sí, sí, esa con dos ventanales nada más).
O una cafetería de cupcakes Cup & Cake en la calle Enric Granados, a la que no entré, pero tenía buena pinta, la verdad.
Y este es mi recorrido por Barcelona. No sé a vosotros, pero a mí me ha entrado un hambre…Espero que si vais por allí disfrutéis al menos la mitad de lo que yo lo he hecho. He vuelto encantada con la experiencia y…¡pienso repetir!