Parece que el buen tiempo a llegado por fin para quedarse
(esperemos!) así que este plato es ideal para estos días de calor. Seguro que a
más de uno le echa para atrás eso de no comer pasta de trigo, y andar con “inventos”
veganos pero os puedo asegurar que estos espaguetis de calabacín son todo un
descubrimiento. Yo también tenía mis reticencias, pero es que están buenísimos.
Y la salsa de aguacate no tiene nada de envidiar a la tradicional de pesto. En
serio. Dadle una oportunidad a este plato y os aseguro que no será la única vez
que lo preparéis en casa. Sano y rico, ¿qué más se puede pedir? La idea está sacada
de un blog del que ya os he hablado anteriormente, Danza de Fogones, que lo
hace una pareja con un montón de ideas originales y sabrosas. ¡Bienvenido
verano!
Si queréis ver la receta original de Iosune y Alberto,
pinchad aquí.
Y esta es la mía:
INGREDIENTES
Un calabacín
85 mililitros de agua
Dos cucharadas de zumo de limón
Un aguacate maduro
Cuatro cucharadas de piñones
Albahaca fresca al gusto
Tomates tipo cherry
PREPARACIÓN
Lo primero es lavar bien el calabacín, secarlo y, sin
pelarlo, empezar a hacer los espaguetis finos, reservándolos en una fuente.
Coger el agua, limón, aguacate, piñones y albahaca y en un
bol batirlo todo hasta obtener una pasta homogénea.
Verter esa salsa sobre la fuente de espaguetis y echar también
los tomates cherry, partidos a la mitad. Mezclar y servir.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Como veis, este plato es más que fácil, así que solo os daré
un par de consejos. Primero, el tema de hacer los espaguetis. No hace falta que
os compréis un cacharro especial para ello, con que tengáis una especie de
pelador de mano con dientes es suficiente. Os aseguro que salen perfectos. En
cualquier tienda de menaje tienen y son muy baratos.
Sobre la albahaca, a mí me costó horrores encontrarla fresca
(estoy pensando seriamente en plantar yo misma en mi terraza) así al final
encontré una pasta de albahaca, que viene concentrada, y que me dio muy buen
resultado. Lo mejor es que dura tres meses, más que si compras unas hojas, así
que me pareció una buena opción. La encontré, después de dar muchas vueltas, en
una gran superficie comercial.