Este pasado fin de semana disfruté de lo lindo con el
encuentro de blogueros de cocina en el que participé. Siempre leo con cierta
envidia esos encuentros que tenéis en otras ciudades más grandes así que me
hizo mucha ilusión poder participar en uno, organizado por Espe, del blog EspeSaavedra, que resultó todo un éxito. Cuando las cosas se preparan con mimo, se
nota.
Fue una jornada muy, muy completa, con cata de germinados (toda una explosión de sabor en la boca, para nuestra sorpresa),
descubrimiento de uno de los mejores quesos de cabra que he probado jamás, Hircus,
corroborando que somos una de las zonas donde mejor se sabe hacer el pan, ya sea de trigo, centeno o maíz
y, por supuesto, enredando entre fogones. Nos dividimos en grupos para hacer tres recetas muy diferentes de hamburguesas, que nos hicieron olvidar en seguida las tradicionales de ternera. Unos hicieron una de pollo con un original rebozado de copos de maíz, súper crujiente,
otros sorprendieron con una de sepia
A mi grupo nos tocó hacer hamburguesas de salmón, muy, muy
recomendables, así que os traigo la receta para que probéis vosotros mismos. Va
sin cantidades fijas porque lo hicimos todo “a ojo”, pero no tiene ninguna
complicación.
INGREDIENTES
Salmón fresco cortado en taquitos
Ajo en polvo
Sal
2 huevos
Nata líquida
Pan rallado
Pistachos
Para la salsa
Mahonesa
Mermelada de melocotón
PREPARACIÓN
En un bol profundo se echa el pescado y se añaden el resto
de ingredientes: un chorro de nata, ajo en polvo, sal (se comprueba el punto
por si hay que añadir más), los huevos, pan rallado hasta que coja un poco de
consistencia la mezcla y pistachos un poco troceados y bien pelados.
Se mezcla todo muy bien y con cuidado se forman las
hamburguesas, que se pasarán a una sartén con aceite bien caliente para
hacerlas por ambos lados.
Servir con la salsa de mahonesa y melocotón, que solo hay
que mezclar hasta conseguir el dulzor que se quiera.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Lo más complicado es formar las hamburguesas, porque no son
tan consistentes como las de carne, pero con un poco de paciencia, y un molde
redondo si se tiene, se consigue.
Hay que comprobar que la hamburguesa está bien hecha por
dentro, que no quede cruda a pesar de que por fuera parezca que está.
Esta receta también se puede hacer sustituyendo el salmón
por atún fresco.
Y para terminar, os presento a los compañeros que tuve y que
comparten todo su saber culinario en sus blogs. Descubridlos y disfrutadlos pinchando en sus nombres.