(entrada programada, hoy es mi primer día de vacaciones y estoy rumbo a Ámsterdam)
Whole kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de Octubre nos invita a preparar un clásico de la repostería italiana los Biscottis.
Ya estaba yo poniéndome nerviosa este mes porque parecía que se hacía de rogar la propuesta dulce de WHOLE KITCHEN y luego me entran las prisas y la falta de tiempo y, y, y… pero llegó el día y me pude organizar, así que aquí os dejo estos fantásticos biscotti del mes de octubre.
Descubrí este dulce gracias a mi AIG del pasado año, Andrea, de Sweetie Cakes, porque fue uno de los dulces caseros que me envió. Le pedí la receta y los hice una vez. Aunque el aspecto dejó mucho que desear, la verdad es que estaban ricos de sabor. No me había vuelto a acordar de ellos hasta ahora, aunque tengo varias recetas pendientes sobre este producto típico, por lo visto, de Italia.
Entre las versiones que proponía para este mes WK, no lo dudé en cuanto la vi, quería hacer el de avellanas y chocolate, sin duda, ¡hummmm!
Aquí os dejo la receta con algunas variaciones:
INGREDIENTES
230 gramos de harina
120 gramos de chocolate en polvo
210 gramos de azúcar
150 gramos de avellanas tostadas sin piel
30 gramos de cacao en polvo
5 gramos de bicarbonato sódico
Un cuarto de cucharadita de sal
3 huevos
Una cucharadita y media de extracto de vainilla.
PREPARACIÓN
Ponemos el horno a precalentar a 150ºC.
Primero, picamos las avellanas y reservamos.
En un bol, mezclamos el chocolate en polvo y el azúcar y reservamos.
En otro recipiente, batimos los tres huevos con el extracto de vainilla.
A continuación, en un cuenco mezclamos el bol de azúcar y chocolate, la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato y la sal. Sobre esta mezcla, poco a poco, se echa el huevo batido hasta integrarlo y conseguir una masa firme, aunque algo pegajosa. Por último, se le añaden las avellanas troceadas y se mezcla todo bien con la ayuda de una espátula.
Ponemos un papel de horno sobre la bandeja donde vayamos a hornear los biscotti y nos engrasamos las manos con aceite para manejar la masa obtenida. Se puede optar por hacer uno o dos rectángulos de masa, según quieras el tamaño. Se le da forma y se pone sobre la bandeja, para hornearlo durante aproximadamente media hora, hasta que la masa esté firme al tacto.
Sacamos la masa del horno y la dejamos enfriar diez minutos.
Después, con cuidado, la cortamos en rodajas de unos dos centímetros de espesor y la volvemos a poner sobre la bandeja del horno, por uno de los lados, para meter de nuevo un cuarto de hora.
Pasado ese tiempo, les damos la vuelta a los biscotti y al horno de nuevo quince minutos más.
Sacamos todas las piezas del horno y dejamos que se enfríen sobre una rejilla antes de pegarles el primer bocado.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Lo primero que tengo que decir es que he hecho algunos cambios para hacer esta receta menos engorrosa y más sencilla. Por ejemplo, en vez de rallar chocolate para mezclarlo con el azúcar en uno de los primeros pasos, opté por utilizar cacao en polvo, mucho más rápido. Las avellanas había que cortarlas en trozos gruesos pero yo lo que hice fue meterlas en la picadora y darle un par de vueltas, por lo que algunas me quedaron demasiado molidas.
Con el tema de la masa, hay que tener un poco de paciencia para mezclarla, porque es algo difícil de trabajar. Primero, cuando se juntan los ingredientes secos con el huevo lo mejor es utilizar las manos para que todo se integre bien, pero se pega mucho. Después, para darle forma antes de meterlo al horno, es mejor engrasarse las manos con un poco de aceite para facilitar el trabajo.
Si decidís, como yo, hacer dos piezas, cuidado, porque se expanden mientras se hornean y pueden llegar a tocarse (como me pasó a mí). Yo solucioné el “pegado” pasando el filo de un cuchillo entre ambos trozos cuando los saqué del horno, para que se soltaran.
Al cortar en trozos, hay que hacerlo con cuidado, porque se puede resquebrajar algunos (aunque eso sólo afectará a la estética, no al sabor, ¡ja,ja!)
Aunque veáis que está un poco blando, no os preocupéis, pasa un poco como con las galletas, que terminan de endurecerse (¡y mucho!) mientras se enfrían.
Os recomiendo esta versión de avellana y chocolate, sobre todo a los fans de la crema de cacao, porque tiene un sabor muy parecido….y la cocina huele fenomenal mientras se hornean.
¡Feliz semana a todos!