Hay postres que siempre triunfan y que, encima, son fáciles
de hacer. Sí, existen, no os tenéis que complicar mucho y resuelven el momento
dulce de cualquier comida o cena de amigos y familia. Eso pasa (por lo menos a
mí) con el brownie. Tengo una receta desde hace años que no falla. De hecho,
fue una de las primeras que publiqué en el blog.
Pero el otro día encontré una nueva receta que Carrot Cake
ponía en su blog y la “vendía” como algo taaaaaan maravilloso, que no me quedó
más remedio que hacerla para comprobarlo por mí misma, aprovechando una cena de amigos.
Está claro: si sois unos apasionados del chocolate…¡este es
vuestro postre!
Si queréis ver la receta original de Carrot Cake, pinchad aquí.
Y esta es la mía:
INGREDIENTES
100
gramos de chocolate negro con 70% de cacao
50
gramos de chocolate con leche
125
gramos de mantequilla salada a temperatura ambiente
200
gramos de azúcar
2 huevos
70
gramos de harina normal
25
gramos de cacao en polvo sin azúcar
50
gramos de nueces picadas
PREPARACIÓN
En un cazo, colocar, troceado, el chocolate negro, el
chocolate con leche y la mantequilla y fundir a fuego lento hasta que se
mezclen bien todos los ingredientes.
En un bol, batir los huevos con el azúcar y luego integrar
la mezcla de chocolates y mantequilla.
Tamizar por encima la harina y el cacao en polvo y remover
con una espátula hasta que se mezcle todo. Por último, añadir las nueces
picadas al gusto.
Verter esa mezcla sobre un molde e introducir en el horno
durante 20 o 25 minutos.
OBSERVACIONES PARA PRINCIPIANTES COMO YO
Algo muuuuuy importante: la mejor compañía para un brownie
es helado, ¡je,je! Cuando vayáis a servir el postre, calentar unos segundos las
porciones de brownie en el microondas (unos segundos, insisto) y echar por
encima el helado, que se va fundiendo con el calor del bizcocho, ¡hummmm!
Los que saben insisten en que se utilice chocolate de
calidad. Yo, de casualidad, tenía dos tabletas de la marca Valor y así les di
salida y os puedo asegurar que se nota la diferencia. Pero a mí me gusta de
todas las maneras, incluso con mis tabletas de chocolate baratillas que compro
en Mercadona, que estamos en crisis.
En la receta original ponía que se utilizara azúcar moreno y
yo usé normal. No sé si eso hará mucha diferencia. Lo que sí hice al revés y a
lo mejor habría que haberlo hecho bien (lo siento) es añadir el azúcar con los
huevos, en vez de echarla en el cazo donde se estaba deshaciendo el chocolate.
No sé, me dio miedo que se me pegara todo en el fondo y por eso lo hice así,
pero creo que de esa manera el azúcar se deshará más fácilmente. Estáis
avisados.
Otro cambio que hice en la receta original, pero es que nos
gusta mucho en casa, es añadir nueces en vez de frambuesas, que además son
súper complicadas de conseguir, por cierto. Al menos por aquí.
Un
último apunte: cuando se apagó el horno a los 25 minutos, a mí me pareció que
el brownie estaba un poco crudo y lo dejé más tiempo…¡error! Me quedó luego
bastante duro por los bordes y creo que es mejor que se quede parte sin hacer
para disfrutar mejor del intenso sabor a chocolate. Así lo haré la próxima vez.