Sé que lo que os voy a confesar me va a crear más de un/a
enemigo/a culinario, pero ahí va…¡ejem!... No me gusta Halloween. Hala, ya lo
he dicho. Es cierto, no entiendo esa euforia por una fiesta que nunca hemos
vivido y que nos la meten con calzador.
Eso sí, estoy estos días flipando con
vuestras sugerencias gastronómicas para estos días, ¡qué originalidad e
imaginación, por favor! Un aplauso para todos vosotros.
Entonces, ¿qué hago yo enseñando mis galletas de Halloween?
Pues es que este mes me apunté al reto de las chicas de Film and Food y
aproveché para tres cosas:
1.- Estrenar esto de los retos, que todavía no me había
atrevido con ninguno.
2.- Usar los cortadores de galletas que el pasado año, por
estas fechas, me regalaron mis amigos Judit y Emilio (graciassss!)
3.- Poner en práctica la receta de Carol, de Boca de Fresa,
sobre sus galletas favoritas de chocolate.
Así que, jugando a “Truco o Trato”, me ha tocado desafiar a
Cocinar sin Miedo…ahí va mi reto: unas sencillas galletas de chocolate que a
partir de ahora se llamarán en mi casa Galletas de Carol, aunque sean las de la
receta de Martha Stewart, ¡je,je!
INGREDIENTES
250
gramos de harina
100
gramos de cacao en polvo
Una pizca de sal
Un cuarto de cucharadita de canela
180
gramos de mantequilla sin sal
180
gramos azucar glass
1 huevo
Media cucharadita de extracto de vainilla
PREPARACION
En un bol, tamizamos la harina, el cacao, la canela y la sal
y reservamos.
En otro bol ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y
el azúcar glass. Batimos hasta obtener una crema homogénea. Después añadimos el
huevo, ligeramente batido y el extracto de vainilla. Poco a poco, se le añade
la mezcla de harina y se mezcla con la ayuda de una espátula, a la que le
tendrá que seguir las manos, porque se hace una masa bastante compacta.
Poner el horno a precalentar a 170ºC y preparar las galletas
con los cortadores que se quiera. Meter en el horno durante ocho minutos
aproximadamente y sacar, aunque estén un poco blandas. Se terminarán de
endurecer en el exterior, dejándolas enfriar en una rejilla.
Para las más mañosas o que tengan tiempo (yo, ni lo uno, ni
lo otro), decorar con sprinkles o glasa real.
¡FELIZ HALLOWEEN A TODOS!